La importancia del celular en la vida de la deportista Vanessa Córdoba

Vanessa

A Vanessa Córdoba muchos la conocen por ser hija de Óscar Córdoba, el arquero retirado de la Selección Colombia, que jugó en América de Cali, Boca Juniors y Besiktas de Turquía. Ella siguió sus pasos y, por ello, otros la reconocen por ser portera de la Selección Colombia y por haber jugado en varios clubes de la liga femenina, que no lleva mucho tiempo de ser creada, como Santa Fe o La Equidad.

Sin embargo, ella va más allá de lo futbolístico. Su activa presencia en redes sociales, especialmente en Instagram, la ha convertido en una influenciadora, una voz que ha dado a conocer injusticias contra las mujeres en el deporte y otros temas de interés, pero también por ser abierta y mostrar su vida, sin tapujos, por medio de sus fotos y videos. Por eso le gusta verse como “una persona que influencia positivamente a los demás”, aunque no se considere necesariamente influencer, sino “más como una persona que resultó ser futbolista y le gusta compartir sus experiencias y sus ideas”.

Vanessa asegura que procura ser lo más real posible en redes. “El gran lema mío es mostrarnos como somos, como seres humanos. En mi caso mostrar ese lado humano del futbolista, que a veces nos olvidamos de ver y respetar”. Además, busca hacer un equilibrio constante entre su actividad en redes y su vida afuera de ellas.

“A mí las redes sociales me encantan. Es un arma de doble filo, pero me parece que abre muchas puertas, te permite conocer a muchísima gente de distintos gremios y es una forma de unir o separar. Pero a mí me gusta verlo desde el lado que une. […] En posts, si tengo una recomendación, es ser real, ser uno, que es finalmente lo que te hace diferente, lo que te hace interesante, que eres tú, que eres diferente a los demás y Vanessacada persona es distinta”, asegura Vanessa sobre su actividad en redes sociales.

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Por otro lado, una parte esencial de la vida de Vanessa es su familia, pero, quizá uno de los miembros más importantes para ella es Titín, su perro, que también tiene mucho protagonismo en sus redes sociales, casi siempre. “Como toda mamá primípara, al pobre Titín le tomo fotos haciendo de todo. El hombre está comiendo y le tomo video. Entonces, es súper rico que el celular reconozca que es un perro y me emociona un montón porque las fotos quedan todas lindas”, explica Vanessa sobre su mascota.

Detrás de cada gran mujer hay un gran smartphone

VanessaPor su actividad en redes, es importante para Vanessa tener un buen celular, sobre todo si le permite capturar momentos de su vida para transmitir en redes sociales. Actualmente usa un Honor View 10, del que destaca, precisamente, su cámara.

“Me fascina, es buenísima. Identifica si estoy en la cancha y apunto al piso, identifica qué es naturaleza y la grama se ve más detallada. Si estoy en un café y quiero tomarle la foto al té con el libro que estoy leyendo, me puede reconocer el té o también me puede reconocer el libro en forma de texto. Entonces, la calidad es muchísimo mejor. Me gusta poder compartir imágenes de buena calidad, videos rápidos o lentos para mostrar ciertas rutinas me parecen súper chéveres”, asegura Vanessa sobre su teléfono.

Del teléfono también destaca otras características, como el hecho de dividir la pantalla, lo que le permite ver películas o series en Netflix, mientras chatea con sus amigos o familiares. También se muestra muy emocionada por la capacidad de batería de su smartphone. “La batería le dura un montón y no tengo que andar buscando enchufes”, explica.

El celular, un héroe que ayuda en cada etapa de la vida

VanessaPero el teléfono no solo le sirve a Vanessa para sus redes sociales, también le ayuda en las nuevas etapas de su vida y su carrera. Por ejemplo, recientemente llegó a Albacete para jugar con el equipo de la ciudad en la liga femenina de España y el celular ha sido esencial durante la etapa de adaptación.

“Los primeros días fue un poco caótico mientras me acomodaba a Albacete. Yo llegué, me bajé del tren, me tocó jugar un partido, llegué al apartamento y, literal, había un colchón, unas sábanas, unas cobijas y ya. Alcancé a comprar un SIM Card y pare de contar. Lo único que me conectaba a Colombia era el celular. Ha sido la salvación para mí. Y, de verdad, es lo único que me tiene conectada a casa y a las personas que quiero. Entonces, hace parte de mi día a día, vivo con él al lado. Mejor dicho, a mí me quitan el celular y me enloquezco un poco, que no es tan bueno, tampoco, pero sí es como mi polo a tierra”, segura Vanessa.

Ella explica que también le ayuda para ver el mapa, ubicarse por GPS y saber cuánto tarda en llegar a un punto en bicicleta o caminando. Esto también le ha ayudado a realizar actividades deportivas de manera más constante, porque cambió su forma de movilizarse en comparación a como lo hacía en Bogotá. En este caso, el teléfono también le ayuda. “Aquí en Albacete ya he llegado a los 10.000 pasos la mayoría de los días de la semana. En Bogotá no tanto porque andaba más en carro, pero acá, como ando en bicicleta y camino, llego a la marca. Siempre es motivante cuando el celular me avisa que ya llegué a los 10.000 pasos”, afirma ella.

El smartphone también puede ser asistente y entrenador

A propósito de su actividad deportiva, su teléfono también es muy importante durante sus entrenamientos y partidos, ya que la ayuda a llevar registro constante de sus actividades, a ver a los equipos rivales para saber cómo juegan y a mirar sus fallas en encuentros deportivos que acaba de jugar. Sin embargo, en ese caso necesita una ayuda extra, otro dispositivo que le ayude a mantener esos datos.

Vanessa “Yo utilizo el reloj Polar, pero, además, bajé la aplicación del Polar, entonces, después de cada entrenamiento sincronizo el reloj con el celular y me muestra cuánta distancia recorrí, cuántas fueron mis pulsaciones máximas, cuánto fue el promedio, cuántas calorías quemé, cuántas de ellas en grasa”, asegura Vanessa.

“Además, ahorita he estado dándole mucho uso a una aplicación que hay para intervalos. Entonces, digamos, mi cardio se basa mucho en el desgaste que tiene un arquero. Correr 10 minutos constantes a mí no me sirve, entonces, mis intervalos son 10 segundos de alargues, 10 segundos de recuperación. Mirar el reloj para saber cuántos segundos llevas es una ‘mamera’, entonces, pongo el intervalo en el celular y él me avisa. Entonces, se vuelve un entrenador o un asistente”, afirma ella sobre la importancia de su smartphone en sus actividades deportivas.

Aunque no se puede comer, el celular ayuda en la alimentación

VanessaAlgo importante para alguien que realiza deportes es su alimentación. En eso, a Vanessa, le ayuda también su celular. Ella está tratando de ser vegana, actualmente se considera vegetariana, y en el teléfono busca recetas y explicaciones de cómo hacer su comida y establecer si le falta alguna vitamina, proteína o carbohidrato.

Es por todas estas razones que Vanessa se considera celulardependiente: con el celular se mantiene conectada a Colombia, lee, ve películas, ve series y lee noticias. Además, le sirve para organizar su tiempo en la universidad, enviar los trabajos. Pero lo más importante, y en lo que más le ayuda, es en sus actividades deportivas. “En lo deportivo ando súper pendiente de mis registros, por el desgaste, porque cuando eres más consciente del desgaste que está teniendo tu cuerpo, sabes cómo recuperarlo mejor. Si sé que las jornadas están siendo muy pesadas, muy exigentes, sé que debería darme un poquito más de sueño en la noche o al día siguiente debería comer más carbohidrato”, concluye.

Imágenes: Vanessa Córdoba

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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