¿Son confiables las mediciones del Apple Watch? Estudio revela si son reales

Apple Watch Series 9

Los relojes inteligentes, y en particular el Apple Watch, se han convertido en una extensión cotidiana de millones de personas. Más que un simple accesorio, estos dispositivos prometen ofrecer datos precisos sobre nuestra salud y actividad física. Sin embargo, ¿qué tan confiables son estas mediciones en la práctica? Un estudio reciente del Instituto de Física e Ingeniería en Medicina (IPEM) nos ofrece una mirada crítica y fundamentada que invita a reflexionar.

La revisión sistemática y metaanálisis realizada por Ju-Pil Choe y Minsoo Kang reúne 56 estudios científicos que comparan el Apple Watch con métodos médicos estándar para medir tres parámetros clave: frecuencia cardíaca, conteo de pasos y gasto energético (calorías quemadas). La idea es clara: evaluar si los datos que recibimos en la muñeca reflejan con precisión lo que sucede en nuestro cuerpo.

El resultado no es blanco o negro, por ejemplo, en tanto a la frecuencia cardíaca, el Apple Watch cumple con creces. El error medio registrado es menor al 5%, un rango considerado aceptable para la mayoría de usos diarios. Esto es relevante porque la frecuencia cardíaca es un indicador básico de salud cardiovascular y estado físico, y su seguimiento puede ayudar a detectar anomalías o mejorar la planificación del ejercicio.

En cuanto al conteo de pasos, el dispositivo también tiene un desempeño positivo, con un error en torno al 8%. Si bien no es perfecto, la desviación es pequeña y generalmente suficiente para monitorear la actividad física diaria. Este dato es clave para quienes usan el reloj para mantener o mejorar hábitos saludables, como caminar más o alcanzar metas diarias.

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Pero el escenario cambia cuando se analiza el gasto energético. Aquí el Apple Watch muestra una imprecisión considerable, con un error promedio cercano al 28%. Esto significa que las calorías que el reloj indica que quemamos pueden estar muy alejadas de la realidad. Este dato no es menor, ya que muchas personas basan su alimentación y rutinas en estas cifras. Un error de esta magnitud puede llevar a subestimar o sobreestimar el gasto calórico, afectando el balance energético y, en última instancia, la salud.

Los investigadores también observaron que esta imprecisión en las calorías se mantiene constante a través de diferentes tipos de actividad física, desde caminar y correr hasta entrenamientos por intervalos. Además, la precisión varía según factores como la edad del usuario, el modelo del dispositivo, el estado de salud y la intensidad del ejercicio.

Este último punto subraya un aspecto crucial: la tecnología wearable no es un dispositivo universal que funcione igual para todos. El contexto personal y la manera en que se usa influyen en la confiabilidad de los datos. Por eso, es importante que usuarios y profesionales de la salud interpreten estas mediciones con cautela y complementen con otras fuentes cuando sea necesario.

No todo es negativo. El estudio detecta que los modelos más recientes del Apple Watch mejoran poco a poco la precisión de sus sensores y algoritmos, reflejando el esfuerzo de la marca por avanzar en esta materia. Sin embargo, la brecha en el seguimiento del gasto energético sigue siendo una asignatura pendiente que requiere más investigación y desarrollo.

¿Qué significa esto para el usuario promedio?

Según los autores, el Apple Watch es una herramienta útil para monitorear hábitos y mantenerse motivado. Su fortaleza está en el seguimiento de la frecuencia cardíaca y los pasos, que pueden ofrecer una guía confiable para ajustar el nivel de actividad física. Pero las cifras sobre calorías deben tomarse como una aproximación, no como un dato exacto.

Este estudio del IPEM también envía un mensaje a los fabricantes: conocer las limitaciones actuales permite focalizar mejoras y desarrollar dispositivos más fiables en el futuro. La transparencia en los datos y el entendimiento de sus márgenes de error son clave para construir confianza con los usuarios.

Finalmente cabe mencionar que, los relojes inteligentes como el Apple Watch son compañeros valiosos en el camino hacia una vida más saludable, pero no sustituyen un diagnóstico médico ni un análisis clínico. Saber qué mide bien y qué mide con menos precisión nos ayuda a tomar mejores decisiones y a usar la tecnología con inteligencia, sin caer en falsas seguridades.

Imagen: Archivo ENTER.CO

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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