[OPINIÓN] De rojo imborrable se mancha una vez más el automovilismo

Senna
A más de 20 años de la muerte de Ayrton Senna, todo parece igual en la seguridad de los pilotos.

El deporte automotor está de luto; una vez más, como si todavía estuviéramos en el siglo pasado. El 23 de agosto, hace solo unos días, el piloto de la categoría IndyCar Ryan Hunter-Reay ganó el ABC Supply 500 (conocido como Pocono Raceway). Pero ese día no será recordado por su triunfo, sino por algo más.

En la vuelta 179, el piloto estadounidense Sage Karam perdió el control de su monoplaza, estrellándose contra el muro de contención de la parte derecha del circuito. Pedazos y trozos del vehículo salieron a volar con violencia. El resto del ‘pelotón’ aplicó maniobras evasivas para esquivar el siniestro, sin saber que se avecinaba una tragedia. Una de las partes que se desprendió del auto de Karam golpeó la cabeza del piloto Justin Wilson, dejándolo inconsciente, causando que perdiera el control y chocara contra el mismo muro que segundos antes había desatado el infierno.

Mientras Karam salió con sus propias fuerzas de su destruida máquina, Wilson no corrió ni con una décima parte de la suerte de su rival. Tuvo que ser transportado en helicóptero al hospital más cercano al circuito, en donde, infortunadamente, un día después del accidente, los médicos anunciaron que debido a la contusión sufrida por el golpe, Wilson había fallecido. A continuación está un video del accidente.

Desde que tengo memoria, las muertes por accidentes en las competencias de automovilismo han entristecido y manchado de rojo imborrable al deporte. Por ejemplo, el 1 de mayo de 1994, en el maldito circuito de Ímola, San Marino (Italia), seguramente uno de los más grandes pilotos que el mundo haya disfrutado, el incomparable Ayrton Senna murió. Por un golpe similar al que sufrió Wilson, Senna termina tristemente tendido en la caliente gravilla, ante la mirada del mundo entero, esperando a La Parca, luego de estrellar su Williams FW16.

‘El mágico Senna’ fue llorado y despedido por más de un millón de personas.

Una varilla de la suspensión le atravesó el casco y la visera al tricampeón de la Fórmula 1, ocasionándole fracturas en el cráneo que terminaron su vida fulminantemente. Irónicamente, un día antes, en el mismo réprobo circuito italiano, el piloto austriaco Roland Ratzenberger moría tras el volante de su bólido, en lo que parecía un sangriento preludio a un fin de semana que el automovilismo jamás olvidará. La partida de Senna y de Ratzenberger borraba una buena seguidilla en los que los accidentes mortales no zapateaban el automovilismo con su desgracia. Antes de Senna y Ratzenberger, fue en 1982 cuando el italiano Riccardo Paletti murió en un circuito de la máxima categoría del automovilismo.

Ayrton SennaAnte la presión del mundo entero por la muerte del legendario Senna, la FIA –el máximo órgano de control del automovilismo deportivo– se vio obligada a tomar medidas preventivas de peso para proteger la vida de los protagonistas. La mañana del 1 de mayo de 1994, Ayrton Senna y Alain Prost justamente se habían quejado porque sentían que la cabina de los pilotos no era lo suficientemente segura, como si su talento no solo fuera ver la bandera a cuadros primero que todos, sino profetizar el futuro, al mejor estilo de Nostradamus.

Sin duda alguna, el legado de Senna va más allá de las proezas que logró. Tal vez su legado más importante fue la seguridad. Aunque si se mira bien, el obituario en el automovilismo indicaría todo lo contrario, incluso después del ‘caso Senna’. Por eso se siente que la herencia que dejó el piloto brasilero es pisoteada por la latente hipocresía de la FIA, que cada vez que un piloto pierde la vida en determinada categoría, salen con ánimo de redención e innovación, cual aves de rapiña alimentándose de la muerte.

La hipocresía de la FIA es tan pútrida como sorprendente.

Motorsport reporta que la FIA está probando un añadido en la cabina de los monoplazas fabricada en policarbonato para proporcionar mayor seguridad a los pilotos, justo un día después del accidente de Justin Wilson. Y uno realmente no sabe qué pensar. ¿Acaso la FIA nos está gastando una broma, o es que son estúpidos? Habría que ver, por ejemplo, en caso de que el vehículo se vuelque, cómo demonios haría el piloto para salir mientras el auto se prende en llamas.

La FIA tajantemente debe convertirse en el ente regidor que desgraciadamente nunca ha sido. Ya que, por ejemplo, parece que les quedó grande hacer de la máxima categoría del automovilismo una competencia más aburrida, al menos deberían velar por la seguridad de los pilotos, pero sin tener que esperar a que ‘el deporte cruel’ arrastre una nueva víctima.

F1

Imagen: FIA – Motorsport.

Juan Felipe Guerrero C.

Juan Felipe Guerrero C.

Mi alma máter es la Universidad de La Sabana. Allí me gradué de Comunicación Social y Periodismo. Soy un sujeto apasionado por la industria automotriz, la cinematográfica y la musical. Fervoroso admirador del Capitán Haddock, y eterno enamorado del Ford Mustang y de Cara Delevigne.

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4 comments

  • Muy tóxico el artículo. Hay argumentos sólidos para debatir, pero solo consiguen escupir odio (el «maldito» circuito? Ímola es un templo de la velocidad en la historia del deporte motor. Y «La parca»? Sin comentarios)
    Si están tratando de imitar a topgear, lo están haciendo mal. Parece un escrito pseudocomunista.

    Tómense una agüita de valeriana antes de acercarse al teclado, los noto como tensos.

  • Muy tóxico el artículo. Hay argumentos sólidos para debatir, pero solo consiguen escupir odio (el «maldito» circuito? Ímola es un templo de la velocidad en la historia del deporte motor. Y «La parca»? Sin comentarios)
    Si están tratando de imitar a topgear, lo están haciendo mal. Parece un escrito pseudocomunista.

    Tómense una agüita de valeriana antes de acercarse al teclado, los noto como tensos.

  • De acuerdo con David, no es un artículo basado en fundamentos sólidos, si es cierto que dice cosas reales pero se nota que no es de una persona que se dedicó a investigar sobre los temas sino a buscar solo lo malo, es de recordar que desde ayrton senna hasta este año no murió ningún piloto en la F1 y además el que murió estuvo varios meses en coma gracias a que las medidas de seguridad le salvaron de morir en la pista.
    No se debe hablar de FIA e involucrar al automovilismo de EEUU, puede que estos esten algo regidos por la FIA cosa que dudo, pero si de algo se ha caracterizado EEUU en todos los deportes es a tener un ente regulador aparte del internacional.
    Por favor ante «opiniones» que se vayan a publicar que sean de personas con algo de conocimiento y no de alguien que solo quiere hablar mal de un tema.
    Todos los pilotos (Autos y motos) saben que se suben a su «oficina» y puede ser su último día, por mucha seguridad que haya siempre sera un peligro latente. Ellos lo hacen por amor al deporte y hay que protegerlos lo mejor que se pueda y la verdad luego de más de 18 años viendo todo tipo de competencias, presenciando y sintiendo cada uno de los accidentes y las muertes como si fueran un cercano le puedo decir que: se puede hacer más es cierto, pero también se esta haciendo bastante y sobre todo se esta aprendiendo de los errores.

  • De acuerdo con David, no es un artículo basado en fundamentos sólidos, si es cierto que dice cosas reales pero se nota que no es de una persona que se dedicó a investigar sobre los temas sino a buscar solo lo malo, es de recordar que desde ayrton senna hasta este año no murió ningún piloto en la F1 y además el que murió estuvo varios meses en coma gracias a que las medidas de seguridad le salvaron de morir en la pista.
    No se debe hablar de FIA e involucrar al automovilismo de EEUU, puede que estos esten algo regidos por la FIA cosa que dudo, pero si de algo se ha caracterizado EEUU en todos los deportes es a tener un ente regulador aparte del internacional.
    Por favor ante «opiniones» que se vayan a publicar que sean de personas con algo de conocimiento y no de alguien que solo quiere hablar mal de un tema.
    Todos los pilotos (Autos y motos) saben que se suben a su «oficina» y puede ser su último día, por mucha seguridad que haya siempre sera un peligro latente. Ellos lo hacen por amor al deporte y hay que protegerlos lo mejor que se pueda y la verdad luego de más de 18 años viendo todo tipo de competencias, presenciando y sintiendo cada uno de los accidentes y las muertes como si fueran un cercano le puedo decir que: se puede hacer más es cierto, pero también se esta haciendo bastante y sobre todo se esta aprendiendo de los errores.

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