Exopulse: el traje tecnológico que llega a Colombia para tratar esclerosis múltiple y parálisis cerebral

Colombia recibe una innovación médica que promete cambiar la vida de miles de pacientes con trastornos neuromotores. Se trata de Exopulse, el primer traje portátil de neuromodulación no invasiva diseñado para reducir la espasticidad, síntoma común en personas con esclerosis múltiple, parálisis cerebral o tras un ictus.

El dispositivo, desarrollado por la empresa alemana Ottobock, utiliza 58 electrodos que aplican estimulación eléctrica controlada sobre distintas zonas del cuerpo. Con ello logra relajar músculos rígidos, disminuir el dolor y facilitar movimientos que para muchos pacientes resultan imposibles.

Cada sesión dura una hora y los beneficios pueden mantenerse entre 24 y 36 horas. Esto convierte al traje en una herramienta práctica y accesible para integrarse en programas de rehabilitación, tanto en clínicas como en el hogar.

El Exopulse se basa en principios de neuromodulación no invasiva. A diferencia de otros tratamientos, no requiere medicamentos ni procedimientos quirúrgicos, lo que reduce riesgos y efectos secundarios.

El mecanismo se inspira en la inhibición recíproca: cuando un músculo se activa, su opuesto se relaja. El traje reproduce este proceso de manera precisa gracias a impulsos eléctricos suaves que ayudan al paciente a recuperar coordinación y control motor.

“Actividades simples, como tomar una taza de café, requieren una compleja coordinación muscular. Con este traje esos movimientos pueden volver a ser posibles”, explica Juan Manuel Guevara Zárate, médico fisiatra y asesor clínico de Ottobock Latam.

Un avance que cambia la rehabilitación

La espasticidad afecta a millones de personas en el mundo. Provoca rigidez, espasmos dolorosos y pérdida de movilidad, lo que impacta directamente la calidad de vida. En muchos casos limita tareas básicas como caminar, vestirse o dormir.

Al no ser tratada adecuadamente, puede generar complicaciones físicas y emocionales. Por eso, tecnologías como Exopulse se convierten en una alternativa que no solo aporta resultados físicos, sino también un impacto positivo en la autoestima y la independencia.

Además de reducir la carga de dolor, el traje permite a los pacientes recuperar cierta autonomía. Para los sistemas de salud, representa una opción que puede disminuir costos prolongados de atención y rehabilitación.

Con esta incorporación, Colombia se convierte en el segundo país de Latinoamérica en contar con el dispositivo, después de México. La multinacional planea llevar la tecnología a Brasil, Chile y Perú en 2026, acompañada de capacitación médica y protocolos clínicos especializados.

La llegada del Exopulse forma parte de una estrategia regional que busca ampliar el acceso a tecnologías avanzadas en países donde la rehabilitación neurológica enfrenta limitaciones en recursos y alternativas.

Ottobock, reconocida por sus soluciones en prótesis y dispositivos de movilidad, ahora apuesta por un nuevo concepto: la neuromovilidad. Con este enfoque, la tecnología no solo asiste a las personas, sino que también interviene directamente en la recuperación de funciones neurológicas.

“El Exopulse no pretende reemplazar los tratamientos existentes, sino complementarlos. Es una herramienta adicional que amplía las opciones para médicos y pacientes”, agrega Guevara.

Imagen: Archivo Particular 

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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