La inteligencia artificial ya no depende de la nube para desplegar su potencial. OpenAI lanzó gpt-oss, una nueva familia de modelos abiertos que se instalan directamente en un Mac y funcionan sin conexión, sin cuotas y con privacidad total. Es un cambio que rompe con el esquema habitual de servicios remotos, devolviendo al usuario el control absoluto sobre sus datos y sobre cómo interactúa con la IA.
En el enfoque tradicional, cada pregunta que haces viaja a un servidor externo, donde se procesa y devuelve la respuesta. Este método garantiza acceso a modelos siempre actualizados, pero implica que la información salga de tu dispositivo. Con gpt-oss, el procesamiento ocurre de forma local: el modelo vive en tu ordenador y no necesita enviar nada a internet para responder.
Para instalar gpt-oss-20b, el más ligero de la serie, es necesario un Mac con chip Apple Silicon M2 o superior y al menos 16 GB de RAM. El archivo, comprimido en 4 bits para reducir consumo de memoria, ocupa unos 12 GB. Una vez descargado, la IA está lista para funcionar incluso sin conexión, con menor latencia y con la seguridad de que todo queda en tu máquina.
Potencia adaptada a cada necesidad
El gpt-oss-20b es capaz de redactar textos, programar, resumir documentos o generar ideas de manera fluida. Aunque su rendimiento no iguala al de modelos en línea en tareas extremadamente complejas, ofrece más que suficiente para el día a día. Para quienes requieren un salto de potencia, el gpt-oss-120b amplía la capacidad, pero demanda entre 60 y 80 GB de RAM, por lo que está pensado para estaciones de trabajo avanzadas.
La ejecución local no solo significa más privacidad, sino también libertad operativa. Un desarrollador podría depurar código sensible durante un vuelo, y un investigador podría analizar datos sin conexión, con la garantía de que no habrá filtraciones. El flujo de trabajo es directo: introduces la solicitud, el modelo la procesa en tu equipo y devuelve la respuesta, todo en cuestión de segundos.
Este enfoque elimina la necesidad de suscripciones mensuales y abre la puerta a una personalización mayor. Los usuarios pueden ajustar la forma en que la IA responde, integrarla en sus propias herramientas o modificarla para tareas específicas, algo más difícil en sistemas alojados en servidores de terceros.
En la práctica, gpt-oss acerca la IA al concepto de software clásico: se descarga, se instala y se utiliza sin intermediarios. Es una fórmula que combina rendimiento, autonomía y control, permitiendo que el ordenador sea, de nuevo, el centro de todo el procesamiento.
Con gpt-oss, OpenAI no presenta un ChatGPT 5 en local, sino una propuesta distinta; modelos abiertos, potentes y adaptables, diseñados para funcionar sin depender de internet. Una alternativa sólida para quienes buscan equilibrio entre potencia, privacidad y coste cero.
Imagen: Archivo ENTER.CO