Moverse por la ciudad con un perro o un gato no siempre ha sido sencillo; entre la falta de opciones de transporte y la resistencia de algunos conductores, la experiencia podía convertirse en un dolor de cabeza. Sin embargo, el panorama está cambiando, pues Cabify anunció el lanzamiento de “Cabify Mascotas”, una categoría dedicada para quienes necesitan movilizarse con sus animales de compañía.
El servicio ya está disponible en Bogotá y permite elegir la opción directamente desde la aplicación, tanto en taxi como en vehículo particular. La apuesta no es menor: según el DANE, el 67% de los hogares en Colombia tiene al menos una mascota, lo que equivale a más de 4,4 millones de familias que conviven con perros o gatos. Esa cifra explica por qué la movilidad urbana empieza a adaptarse a las nuevas realidades de convivencia.
Aunque la noticia despierta entusiasmo, Cabify no es la primera plataforma en dar este paso. Uber había estrenado meses atrás una categoría similar en el país, buscando conquistar a un público que considera a sus animales como parte de la familia. La diferencia está en el momento y en el enfoque: mientras Uber posicionó el servicio como una opción adicional en su portafolio, Cabify lo acompaña con una campaña solidaria y una alianza estratégica.
Durante septiembre, la empresa donará el 10% de los ingresos de esta categoría a la fundación Doggy In Home, que promueve la adopción responsable. Además, cerró un acuerdo con Laika, plataforma especializada en productos para mascotas, con la que desarrollará beneficios cruzados y campañas educativas. Con esto, Cabify no solo busca transportar, sino también conectar emocionalmente con un público que suele valorar marcas cercanas al bienestar animal.
Las reglas para los usuarios son claras: cada viaje permite una sola mascota, únicamente perros o gatos, y es obligatorio el uso de transportín, correa o arnés según el tamaño. También se recomienda llevar una manta para cubrir el asiento y un juguete para reducir la ansiedad en trayectos largos. Más que restricciones, estas pautas apuntan a garantizar una experiencia cómoda y segura tanto para el animal como para el conductor.
¿Una tendencia que llegó para quedarse?
La introducción de categorías pet-friendly en aplicaciones de movilidad refleja cómo las empresas están respondiendo a cambios en los hábitos urbanos. Los animales ya no se limitan al espacio doméstico: acompañan a sus dueños en caminatas, visitas al veterinario, salidas de ocio e incluso a la oficina. En ese contexto, la movilidad adaptada deja de ser un lujo y se convierte en una necesidad cotidiana.
La competencia entre Cabify y Uber en este terreno no solo abre más opciones para los usuarios, sino que también presiona a las plataformas a diferenciarse más allá del precio. El valor agregado está en los beneficios extra: campañas solidarias, convenios con marcas aliadas y una experiencia pensada en la comodidad de los animales.
El movimiento pet-friendly no es pasajero. Cada vez más negocios, desde restaurantes hasta aerolíneas, incorporan servicios para mascotas. Ahora, con Cabify Mascotas, Bogotá da un paso más en esa dirección. La pregunta es cuál será el siguiente reto de las plataformas: ¿quedarse en un servicio básico de transporte o diseñar una experiencia integral para quienes consideran a sus peludos parte esencial de su vida?