La Corte Constitucional emitió un fallo que marca un precedente en la relación entre los derechos fundamentales de los influenciadores y la moderación de contenidos en plataformas digitales. La decisión se dio tras la tutela interpuesta por la actriz de cine para adultos, Esperanza Gómez, a quien Meta eliminó su cuenta de Instagram con más de cinco millones de seguidores.
El tribunal concluyó que la compañía vulneró derechos fundamentales como la libertad de expresión, el debido proceso y el derecho al trabajo. Aunque la cuenta de la actriz no será restablecida, la Corte determinó que la decisión de Meta fue arbitraria y basada en prejuicios, no en una violación comprobada de sus normas internas.
La magistrada ponente, Natalia Ángel, sostuvo que la eliminación de la cuenta fue discriminatoria, pues la compañía aplicó sus políticas de desnudez y servicios sexuales de manera desigual frente a otros perfiles que comparten contenidos similares y permanecen activos. Este señalamiento abre un debate sobre la coherencia y transparencia de las plataformas en la aplicación de sus reglas.
#JusticiaClara | La mgda. Natalia Ángel C. explica, en lenguaje claro, el fallo de la Corte, en el que se pronuncia por 1ra vez sobre moderación de contenidos en redes sociales y los derechos de una influenciadora digital
T-256/25
M.P. Natalia Ángel C.
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Un precedente que impacta a todos los creadores digitales
Más allá del caso puntual, la Corte estableció que las redes sociales no pueden cerrar cuentas únicamente por la trayectoria laboral de sus usuarios fuera del entorno digital. En otras palabras, el trabajo de Gómez como actriz porno no debía ser usado como argumento para cerrar su perfil, mientras que su actividad en Instagram no infringía directamente las políticas de la plataforma.
El fallo obliga a Meta a introducir cambios en su operación en Colombia, que incluyen la creación de un canal electrónico visible para notificaciones judiciales en el país, la traducción al español y unificación de todas las políticas de uso en un sitio accesible, y la revisión de las condiciones de uso y la política de privacidad de Instagram, de modo que los usuarios tengan mecanismos claros para impugnar decisiones de moderación.
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La decisión no solo reivindica los derechos de una figura pública, sino que también impacta a miles de creadores de contenido que dependen de plataformas digitales como medio de sustento económico. El fallo envía un mensaje directo a Meta: debe garantizar transparencia y coherencia en la moderación, sin que los prejuicios personales o sociales pesen más que las pruebas.
Aunque la cuenta de Esperanza Gómez no podrá ser reactivada, el caso abre la puerta a que otros influenciadores, periodistas y ciudadanos tengan mayores garantías al enfrentar sanciones de plataformas digitales. La decisión obliga a repensar la forma en que las tecnológicas actúan en mercados donde millones de usuarios dependen de ellas, no solo para comunicarse, sino también para trabajar.
En últimas, la Corte no solo falló a favor de Gómez, sino que puso sobre la mesa una discusión de fondo: la necesidad de que las redes sociales, en su rol de espacios públicos digitales, se sometan a estándares claros de justicia y transparencia cuando afectan derechos fundamentales en países como Colombia.
Imagen: Archivo ENTER.CO