Kepler-452b: el planeta ‘primo’ de la Tierra hallado por la Nasa

Kepler-452b
Kepler-452b
Kepler-452b (d) en comparación con la Tierra (i).

A 1.400 años luz de la Tierra, en la constelación Cygnus, está el planeta más pequeño descubierto hasta ahora en una zona habitable del sistema solar. La Nasa reveló este jueves el descubrimiento de Kepler-452b, un planeta cuya masa es 60% superior a la Tierra que orbita alrededor de una estrella del tipo G2, similar al Sol. 

Aunque la misión Kepler, encargada de buscar planetas en otros sistemas solares que estén en una zona habitable -es decir, en una zona donde la temperatura permita que haya agua líquida en la superficie del planeta-, ha elaborado una lista de más de 3.000 cuerpos celestes, este descubrimiento es importante. «El explorador de exoplanetas Kepler descubrió la combinación de un planeta y una estrella que más se asemejan a nuestra Tierra y nuestro Sol«, explicó en el comunicado John Grunsfeld, administrador de la misión científica de la Nasa.

Aunque la administración espacial desconoce qué materiales predominan en la superficie de este planeta, la investigación anterior ha mostrado que los planetas de un tamaño similar suelen ser de composición rocosa. Su ‘año’ (el período que le toma orbitar completamente su estrella) es de 385 días, 20 más que el terrestre. Su distancia con su sol es solo 5% mayor que la que hay entre nuestro planeta y nuestra estrella. Kepler-452b tiene una edad de 6.000 millones de años, casi 1.500 millones más que la Tierra.

Su año solo es 20 días más largo que el nuestro

Lo más interesante de este planeta es que, en algún punto de su existencia, posiblemente tuvo las condiciones necesarias para albergar vida. Los 6.000 millones de años que ha pasado en la zona habitable significan que Kepler-452b ha tenido «una oportunidad sustancial para la aparición de la vida, siempre y cuando todas las condiciones e ingredientes necesarios para la vida estén en ese planeta«, dijo Jon Jenkins, analista de datos de la misión Kepler.

Su edad y su distancia, sin embargo, lo convierten en un candidato inviable para sustituir a la Tierra. De todos modos, su hallazgo «nos lleva un paso más cerca de descubrir la Tierra 2.0«, dice Grunsfeld. Ya saben: para cuando acabemos con esta.

Imagen: Nasa.

José Luis Peñarredonda

José Luis Peñarredonda

Un día me preguntaron sobre mis intereses y no supe por dónde empezar. Decidí entonces ponerlos en orden y dibujé un diagrama de Venn para agruparlos a todos: Internet, cine, periodismo, literatura, narración, música, ciencia, fotografía, diseño, política, escritura, filosofía, creatividad... Me di cuenta de que en toda la mitad de ese diagrama, en el punto en el que todos estos círculos confluyen, está la tecnología. Eso me llevó a ENTER.CO. Estudié Periodismo y Filosofía en la U. del Rosario. PGP: http://bit.ly/1Us3JoT

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