Estuvimos en una estación base de Claro: así se despliega y actualiza la red 5G en Colombia

Para 2028, Claro proyecta que el 60% de su cobertura móvil en Colombia operará con tecnología 5G; actualmente, siete de cada diez usuarios que acceden a esta red en el país lo hacen a través de su infraestructura, consolidando a la compañía como líder en despliegue y adopción de esta tecnología.

Con el objetivo de entender cómo se construye y opera esta red, ENTER.CO visitó una de las estaciones base de Claro en Bogotá. En la terraza de su sede en Plaza Claro, los ingenieros explicaron en detalle cómo funcionan las antenas, cómo se modernizan y qué hay detrás de la señal que nos conecta a diario.

Actualmente, Claro adelanta un ambicioso plan de modernización tecnológica que contempla intervenir más de 10.000 antenas a nivel nacional antes de 2028. Solo en 2025, más de mil estaciones base serán actualizadas para integrar componentes más eficientes, compactos y preparados para la tecnología 5G.

Según el más reciente informe de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), cerca del 70% de los colombianos que accedieron a 5G durante 2024 lo hicieron a través de Claro. Este despliegue, que implica una transformación técnica profunda, ya ha mejorado en un 25% el tráfico de datos y ha reducido el consumo energético en un 21% en las zonas intervenidas.

¿Qué hay dentro de una antena de telecomunicaciones?

Aunque para muchos una antena es solo una estructura metálica con dispositivos en la punta, lo cierto es que se trata de sistemas complejos que combinan tecnología, ingeniería civil y precisión milimétrica. Cada estación base incluye varias antenas distribuidas por sectores, lo que permite dirigir la señal hacia distintas direcciones y optimizar la cobertura.

Las antenas de Claro operan todas las generaciones de red móvil, 2G, 3G, 4G y ahora 5G. En ciudades como Bogotá, las estaciones se ubican cada 300 o 400 metros. En áreas rurales, donde las condiciones son más desafiantes, una sola torre puede cubrir hasta dos kilómetros a la redonda.

La diferencia clave entre las antenas convencionales y las de 5G es su capacidad para dirigir haces de señal directamente a los usuarios mediante tecnología beamforming. Esto se logra gracias a un grupo de hasta 64 antenas internas que se activan de forma dinámica, ofreciendo una conexión más estable y eficiente.

Además, estos equipos incluyen módulos de radiofrecuencia que amplifican las señales y permiten su transmisión en distintas bandas del espectro. También incorporan sistemas de sincronización por GPS, que aseguran una conexión precisa entre la torre y los dispositivos móviles.

En la base de cada estación se encuentra el “cerebro” del sistema: la unidad de banda base. Este componente procesa todas las señales que recibe la antena y las dirige a la red central, ya sea para una llamada telefónica o para navegar en internet. A su lado, operan los sistemas de transmisión, que pueden ser enlaces de fibra óptica o microondas, y los sistemas de potencia, diseñados para mantener operativa la red incluso durante cortes eléctricos.

¿Cómo va la modernizar?

Uno de los objetivos de Claro es consolidar una red más eficiente, con menor huella de carbono y preparada para las exigencias del futuro digital. Por eso, la compañía está simplificando su infraestructura con equipos que integran múltiples tecnologías en una sola caja, reduciendo el número de antenas, módulos y computadoras por estación.

“Queremos ofrecer más cobertura 5G, mayor velocidad y una estabilidad de servicio excepcional. Al mismo tiempo, estamos reduciendo el peso de las torres y el consumo energético de nuestras operaciones”, aseguró Rodrigo de Gusmao, presidente de Claro Colombia.

El reto logístico es enorme. De los 10.000 sitios que la empresa planea modernizar, la mitad se encuentra fuera de las capitales. En zonas como El Remanso, en Guainía, los equipos deben ser transportados por vía aérea o a lomo de mula, debido a la falta de vías y acceso eléctrico. Allí, Claro recurre a sistemas de energía solar para garantizar el funcionamiento de las estaciones.

Cada estación base modernizada representa una inversión de entre 35.000 y 40.000 dólares. Esta cifra incluye el reemplazo de antenas, la unificación de módulos de frecuencia, la instalación de nuevos sistemas de transmisión y la implementación de soluciones energéticas más sostenibles.

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Otro desafío es social. En algunas regiones, comunidades locales expresan preocupaciones sobre posibles efectos en la salud por la radiación de las antenas. Frente a esto, Claro realiza procesos de socialización con el respaldo de la Agencia Nacional del Espectro y del Ministerio TIC, que han demostrado —con base en estudios de la OMS— que la radiación emitida por las antenas móviles no representa un riesgo para la salud humana.

La expansión de la red 5G no solo promete mayor velocidad en la navegación móvil. Esta tecnología permitirá desarrollar servicios como vehículos conectados, monitoreo remoto en salud, agricultura inteligente y ciudades con infraestructura digitalizada. En este sentido, cada nueva antena es una inversión en el desarrollo del país.

Imagen: ENTER.CO

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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