Conoce iFood, una app distinta para pedir comida a domicilio

El celular se ha convertido en la herramienta más importante e indispensable para todas las personas. Casi hay una aplicación para cualquier cosa que te imagines. Desde hace algunos años, esa oferta de apps también ha cambiado la forma en la que los usuarios piden domicilios los domingos en la tarde, cuando hay mucha hambre, pero pocas ganas de cocinar o salir a comprar algo.

Hay muchos nombres en el mercado, unos más conocidos que otros. Cuando la fiebre por crear aplicaciones para pedir domicilios apenas comenzaba, en 2013, dos emprendedores barranquilleros, Carlos Bockelman y Luis Miguel Ballestas, decidieron crear la app Come Ya para que las personas pudieran pedir comida de forma fácil y segura a sus restaurantes favoritos, sin tener que llamar por teléfono y consultar imanes de nevera o volantes informativos con el número telefónico del sitio.

La primera versión de Come Ya fue diseñada como una web app que realmente nunca fue lanzada, como explica Bockelman. Luego de participar en 2014 en la convocatoria Apps.co del Ministerio de las TIC, la empresa brasileña con presencia en México y Argentina iFood se puso en contacto con ellos para ingresar al mercado colombiano y terminó comprando el proyecto de Come Ya en 2016.

Domicilios en cada rincón de Colombia

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En 2017, iFood comenzó a funcionar como una app nativa para dispositivos Android, en Google Play Store, y iOS en la App Store, ofreciendo sus servicios en más de siete ciudades del país, que incluía varias del interior, lo que representaba una ventaja frente a sus competidores. Actualmente iFood tiene cobertura más amplia, con presencia en ciudades como Bogotá, Cartagena, Medellín, Barranquilla, Manizales, Cali, Bucaramanga, Santa Marta, Pereira, Armenia, Pasto y Villavicencio, entre otras, que incluyen municipios como Itagüi, La Estrella, Soledad, Sabaneta, Puerto Colombia, Girardot, Dosquebradas, San Gil, Piedecuesta, Palmita y muchos más, que amplían constantemente.

«Queremos que muchos colombianos conozcan el servicio y encuentren en iFood un aliado en su vida cotidiana. Buscamos tener una oferta de diferentes tipos de comida cercanos a la ubicación del usuario y a un precio conveniente», agregó Bockelman, que ahora es gerente de planeamiento comercial de iFood Colombia y que explica que, para operar en una nueva ciudad o municipio tienen en cuenta «el comportamiento del mercado de apps de domicilio (oferta de restaurantes y población), las opciones de escalar una logística y el tiempo e inversión que tomaría consolidar el servicio en esta nueva ciudad», con un modelo de negocios parecido al que hay en Brasil, México y Argentina, pero adaptado a la situación colombiana.

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La diferencia con otros servicios competidores, como Rappi, Domicilios.com o Uber Eats es que, según Bockelman, su modelo los hace muy flexibles, debido a que permite que cada restaurante trabaje con su propia logística de domicilios, con una comisión competitiva y acompañamiento continuo y presencial para apoyar las estrategias de crecimiento. «Esto nos permite identificar debilidades con prontitud y tomar las acciones necesarias para encontrar una oportunidad de fortalecimiento», explica el barranquillero.

Para los usuarios, por su parte, «iFood ofrece una amplia y diversa oferta de restaurantes y promociones permanentes para todos los gustos», asegura Bockelman. Además, la aplicación se actualiza y mejora constantemente. Bockelman cuenta que los planes a futuro incluyen seguir optimizando procesos, aprender de las preferencias de los usuarios para ofrecerles una oferta personalizada y tener un sistema de gestión de logística más robusto y eficiente, lo que hace de iFood una opción interesante para ampliar la oferta, tener otras opciones, acceder a promociones diferentes o pedir por primera vez en la vida comida desde una aplicación para smartphone.

Imágenes: iFood.

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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