Algo está cambiando en Google, y ya no se trata solo de buscar y hacer clic, ahora, el buscador se convierte en una experiencia completa, casi como hablar con alguien que ya hizo la tarea por ti. ¿El objetivo? Que no te vayas, que no saltes a ChatGPT, que no abras otra pestaña. Que te quedes ahí.
Con el lanzamiento global de AI Overviews y ahora el nuevo Modo IA, Google está dando el paso más grande desde que inventó su motor de búsqueda. La promesa: respuestas complejas, visuales, razonadas, en segundos, sin salir del buscador. Y lo están logrando.
Hasta hace poco, si tenías una duda difícil (“¿Qué hacer en Nashville con amigos que aman la música y la comida?”), Google te devolvía una lista de enlaces. Ahora, te devuelve una respuesta generada por IA, con contexto, referencias, sugerencias y mapas. Y si quieres más, puedes hacerle preguntas de seguimiento, como si estuvieras conversando.
El secreto del nuevo Google es el razonamiento multimodal, es decir, el buscador entiende texto, imágenes y datos al mismo tiempo. Puedes mostrarle una foto, escribir una pregunta y recibir una respuesta que combina todo eso. ¿Ves una planta en la calle? La enfocas con la cámara, haces una pregunta y Google te responde al instante.
Además, el buscador ahora funciona como agente personal, ya que puede buscar entradas para un partido, comparar precios en tiempo real y rellenar formularios por ti. No estás buscando: estás haciendo que Google lo haga. Y lo hace sin que tengas que aprender nada nuevo. Solo haces una pregunta y listo.
Te puede interesar: Google AI Ultra, el nuevo laboratorio creativo que convierte la IA en cine, código y conocimiento
Este enfoque tiene algo que ChatGPT aún no tiene del todo, y es la integración con el mundo real.; el Modo IA de Google se alimenta no solo de modelos como Gemini 2.5, sino también de tu contexto personal, si tú lo permites. Usa tu historial, tus reservas en Gmail y hasta tu ubicación para personalizar cada respuesta.
Por otra parte, Google suma nuevas funciones para tareas como comprar ropa (con prueba virtual), crear gráficos interactivos a partir de tus preguntas financieras o deportivas, o incluso investigar temas complejos con la opción “búsqueda profunda”. Esta última puede resumir en minutos lo que te tomaría horas de navegación.
La gran jugada es mantenerte dentro del buscador, pues no necesitas visitar diez sitios, ni siquiera entender del todo cómo buscar. Google se convierte en una interfaz que piensa por ti y te entrega lo que necesitas, incluso cuando no sabías cómo pedirlo. Y lo hace rápido. Más rápido que cualquier otra IA pública.
Esto tiene implicaciones importantes, por ejemplo, para los creadores de contenido, es un nuevo desafío: si las respuestas ya están en Google, ¿quién visitará sus sitios? Para los usuarios, es una promesa de comodidad y profundidad. Pero también una concentración de poder informativo como nunca antes.
Te puede interesar: OpenAI lanza Codex, el nuevo agente de ingeniería de software que cambia la forma de trabajar en programación
Con este movimiento, Google no solo responde a la revolución de la IA: la lidera. No quiere que saltes a ChatGPT para entender algo. Quiere ser ChatGPT, pero con acceso a toda la web, tus datos personales y tus necesidades del momento. Y lo está logrando con una velocidad impresionante.
Por ahora, muchas de estas funciones están disponibles solo en Estados Unidos, pero se irán expandiendo. Es el comienzo de una nueva era de búsqueda: más conversacional, más inteligente, más íntima. Y sobre todo, más adictiva.
El buscador ya no es solo una herramienta. Es un copiloto, un asistente, un explorador. Y si todo sale como Google quiere, será también el único lugar donde querrás hacer tus preguntas.