[#TBT] Nostalgia de años atrás: ‘Teenage Mutant Ninja Turtles’

Hace unos buenos meses, no recuerdo exactamente cuántos, se estrenó la película ‘Teenage Mutant Ninja Turtles’. Nunca la vi. Con echarle una ojeada fugaz al trailer se sabía casi a ciencia cierta que el producto cinematográfico estaría lejos de aquella serie de antaño de finales del siglo pasado. El único atractivo aparente que tenía el filme era Megan Fox, y eso que no salía en shorts abriendo el capó de un Camaro modelo 77.

Y como el largometraje de las Tortugas Ninja no logró retumbar nuestros corazones con un producto de calidad, nuestro #TBT semanal tiene la tarea de poner orden en la casa. Amárrense su antifaz, sujétense el cinturón y agarren su arma predilecta para combatir a Destructor. Bienvenidos a un nuevo #TBT: ‘Teenage Mutant Ninja Turtles’.

https://www.youtube.com/watch?v=C550S9bTur8

Di no a las drogas, di sí a la pizza

Aunque originalmente las Tortugas Ninja fueron creadas en 1984 por los escritores y artistas estadounidenses Kevin Eastman y Peter Laird, los antropomorfos animales alcanzaron la fama a fines de los ochenta y principios de los noventa.

Como buen producto ‘ochentero’, la fórmula debía provenir de ideas bizarras, bien al estilo de Dalí: unas tortugas con forma humana, entrenadas en el arte del nijutsu por una rata sensei, que viven en las alcantarillas de Nueva York y que luchan contra mutantes y aliens mientras se mantienen escondidas de la sociedad a la que protegen.

Las cuatro tortugas, bautizadas en honor a los grandes maestros de la pintura y la escultura del Renacimiento italiano, Donatello (Donato di Niccolò ‘Donatello’), Leonardo (Leonardo di ser Piero da Vinci), Rafael (Raffaello Sanzio) y Miguel Ángel (Michelangelo Buonarroti), fueron de lo más grande que pudo haber sido creado para los niños.

Tortugas NinjaLos personajes eran muy coloridos, con voces muy particulares, por lo que la experiencia tanto visual como sonora era de primera. Con un bonito sentido del humor, la serie lograba conjugar lo mejor de la cultura pop norteamericana con la esencia ancestral asiática.

De hecho, es gracias a las aventuras de las adolescentes tortugas ninja que muchos de nosotros sentimos una imperiosa necesidad de aprender de artes marciales: nunca se sabe cuándo debemos patearle el trasero a alguien, como hacían ellas con el temible Destructor y con el fastidioso y pegajoso Kraang.

Solo había una cosa que realmente apasionara más a las tortugas que combatir a Destuctor: la pizza. ¿Acaso podrían ser más geniales?

Kawabonga!

Era 1995. Luego de varios meses jugando Tortugas Ninja en cuanta máquina de Arcade encontrara –especialmente en la cadena de pizzerías más famosa de la ciudad por esos días–, gastando las monedas de mis padres como si no hubiera un mañana, la gente de Konami escuchó finalmente mis plegarias aunque nunca las hubiera recitado: ‘Teenage Mutant Ninja Turtles: Turtles in Time’ era la bienvenida de las tortugas al Super Nintendo.

Tortugas NinjaClaro. Cuando Konami se percató del éxito de la serie televisiva de las intrépidas tortugas reaccionó inmediatamente, porque para noviemnbre de 1992 lanzó uno de los mejores videojuegos que el Super Nintendo pudo conocer. Un juego impecable que mantenía la esencia de los Arcade de la época en su mecaníca de juego, pero que también aportó una experiencia más fluida y dinámica, que supo cómo condensar la fuerza de la serie de televisión en un cartucho de 16 bits.

‘Teenage Mutant Ninja Turtles: Turtles in Time’ era un juego en dos dimensiones, natural para la época, en la que Donatello, Leonardo, Rafael y Miguel Ángel debían salvar a la reportera April O’Neil luego de unos ataques inesperados en la Estatua de la Libertad. Cuando los verdosos y ágiles héroes pensaron que habían detenido a Destructor cayeron en una especie de máquina del tiempo que los teletransportó hasta la prehistoria, por ejemplo.

Realmente el juego era dificil; y si te quedabas sin créditos debías comenzar de nuevo, como en los Arcade. Un producto creado especialmente para disfrutar en modo cooperativo, pues no había nada más importante que terminar un nivel y corear en grupo «Kawabonga!«.

Los veo dentro de ocho días. Pásenla bien.

Imagen: Captura de pantalla

Juan Felipe Guerrero C.

Juan Felipe Guerrero C.

Mi alma máter es la Universidad de La Sabana. Allí me gradué de Comunicación Social y Periodismo. Soy un sujeto apasionado por la industria automotriz, la cinematográfica y la musical. Fervoroso admirador del Capitán Haddock, y eterno enamorado del Ford Mustang y de Cara Delevigne.

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4 comments

  • Como veo que no te has visto la película, hay una escena dentro de un carro donde muestra el trasero asomada por la ventanilla del mismo…

  • Como veo que no te has visto la película, hay una escena dentro de un carro donde muestra el trasero asomada por la ventanilla del mismo…

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