El remake de Lilo y Stitch ya está en cartelera y ha despertado una ola de comentarios entre críticos, fanáticos y nuevos espectadores; aunque se mantiene fiel a la historia central, la versión live-action se toma libertades que apuntan a renovar su universo sin perder el encanto original. Una de esas decisiones ha generado discusión, y es la ausencia del Capitán Gantu, el clásico villano de la película animada de 2002.
Dean Fleischer Camp, director de la nueva entrega, explicó que adaptar una historia animada a imagen real implica repensar lo que funciona y lo que no. Gantu, imponente y caricaturesco, fue uno de los elementos que se descartaron en esta primera parte, aunque el director no cierra la puerta a su regreso en una posible secuela. Según él, hay pistas escondidas que podrían anunciar su aparición más adelante.
El corazón de la historia sigue siendo la relación entre Lilo y Stitch, una niña hawaiana marcada por la pérdida y la soledad, y un experimento alienígena que aterriza en su vida como un caos con patas. Esa conexión sigue siendo el eje emocional del relato, que ahora se apoya en una estética más realista, en escenarios naturales y en un enfoque más íntimo. La nueva versión busca conmover, pero también sorprender a una audiencia más amplia.
El guion incluye cambios sutiles, algunos difíciles para los fanáticos de la original, uno de ellos es la eliminación del personaje de Pleakley disfrazado de mujer, una decisión tomada, según el equipo, para lograr una integración más creíble de los personajes en el mundo real. Aun así, los responsables del remake afirman que conservaron lo esencial y que incluso incorporaron escenas inéditas para enriquecer la narrativa.
Las primeras reacciones han sido favorables, tanto por parte de la crítica especializada como del público; algunos medios ya la consideran uno de los remakes más sólidos que ha entregado Disney en los últimos años. Parte del mérito está en que no se limita a repetir escenas, sino que las reimagina desde una nueva sensibilidad visual y emocional.
Te puede interesar: José “Pepe” Mujica en el cine: 6 películas para entender su vida, su legado y su forma de habitar el mundo
Más allá de la nostalgia, la película también abre camino a quienes no conocían la historia original. El humor de Stitch, su evolución de criatura destructiva a miembro adoptado de una familia rota, sigue funcionando. La dirección apuesta por un tono más contenido, con personajes que se sienten más cercanos sin perder su carácter fantástico. No es una copia, pero tampoco es una traición a su origen.
En medio de este estreno, el propio director confirmó que ya piensa en una segunda parte. De concretarse, Gantu podría tener su momento como antagonista, lo que ampliaría el universo y permitiría rescatar elementos ausentes en esta primera entrega. La saga animada original demostró que hay mucho por explorar, y esta nueva versión parece tener claro ese potencial.
La película también refleja el cariño generacional por los personajes. Algunos llegaron a ellos por la película original, otros por la serie animada. Ahora, una nueva audiencia entra en contacto con un relato que habla de familia, pérdida y pertenencia sin recurrir a fórmulas fáciles. La historia conserva su peso emocional, pero lo presenta con una mirada renovada.
Imagen: Disney