Aunque prácticamente ningún tema de ciencia ficción que reportamos en este sitio nace en Colombia, eso no quiere decir que nuestro territorio carezca de una historia rescatable en el género. Hace cerca de un mes estrenamos este espacio en ENTER.CO con una primera edición que giró en torno al programa de televisión ‘Séptima Puerta’, nuestros ‘Archivos X’. Ahora es el turno de rescatar un filme y la fecha no podría ser mejor: ‘Bogotá 2016’.
A pocos días de despedir el año, es justo revisar esta película del 2001, que reúne tres cortos en los que sus realizadores imaginaron cómo sería el año 2016 en Bogotá. Con rostros como Cristina Umaña, Toño García, Lucy Martínez y Andrea Echeverri, las tres historias tratan de imaginar un futuro oscuro en el que, comparando con la realidad, la ciencia ficción sigue siendo ciencia ficción.
¿Es nuestra Bogotá como en ‘Bogotá 2016’?
Más allá de analizar la calidad de las historias o su nivel técnico, lo realmente interesante es encontrar esos pequeños avances tecnológicos que imaginaron hace más de 15 años. La conclusión antes de presentarles el listado corto por corto es una sola: hemos decepcionado a Pablo Mora, Mauricio Acosta, Miguel Guerra y Verner Duarte (guionistas del filme).
¿Y quién paga el pato?
Esta corta historia de crimen y misterio imagina una Bogotá en la que, para este año, el gobierno implementó un racionamiento de agua dada la escasez del preciado líquido. A lo largo de la ciudad hay ‘expendios distritales de H2O’, en los que las personas se plantan en largas filas para esperar por agua.
En esta Bogotá el uso de la bicicleta es masivo. De hecho, existen ‘biciparqueaderos’ donde, al pasar una tarjeta transparente, puedes tomar a cualquier hora uno de los vehículos.
Una de las protagonistas es una reportera que quiere mostrar el mundo real. Su herramienta no es un smartphone, es un aparato compuesto por un brazalete y un lente de contacto. Con el lente puede grabar lo que mira y con el brazalete lo transmite en directo.
En esta historia contenida en ‘Bogotá 2016’ también aparece una tecnología que te permite sentir el cuerpo de otra persona a distancia, algo que en la actualidad se reduce a unos contados gadgets sexuales.
La Venus virtual
Empeorando la imagen del racionamiento de agua, en este corto de ‘Bogotá 2016’ la ciudad está dividida en dos lugares: sur y norte. En el sur están los marginados y prácticamente todos están infectados con VIH. En el norte viven pocos, quienes tienen dinero y pueden viajar al exterior a tener hijos sanos. Esta división es producto de la llamada ‘guerra del sida’.
En la historia un joven quiere conocer a la Venus, una mujer con la cual solo ha podido fantasear usando un casco de realidad virtual, que le permite estar con ella, no verla únicamente.
Las demás diferencias tecnológicas que muestra este corto de ‘Bogotá 2016’ son reducidas: la policía usa cascos de diseño ‘futurista’ y las pantallas están por todas partes.
Zapping
Este corto de ‘Bogotá 2016’ tiene un comentario social mucho más profundo que los dos anteriores, usando como pretexto un programa de televisión donde la genética es la protagonista.
Todos en Bogotá ven ‘El Show de Jorge’, en el que distintos invitados llegan con una duda sobre sus hijos y deben resolverla usando el ‘genetómetro’ para tener una ‘confesión genética’. El público espera por una oportunidad de participar en vivo y ganar 30.000 millones de pesos.
Los temas que plantea el corto son variados: un hombre se hace un implante genético para ser afrocolombiano; una pareja gay quiere tener un hijo hecho únicamente con sus genes; una mujer y un hombre quieren demandar a una clínica que les prometió un hijo y en cambio recibieron cinco hijas; y, finalmente, está una pareja de medio hermanos que quiere saber si su progenitor nacerá sin problemas de salud.
Finalmente, el corto no se escapa de mostrar una clásica representación errónea de hackers: dos figuras virtuales que literalmente tratan de violar la seguridad del sistema, representada por una mujer.
Reflexión final sobre ‘Bogotá 2016’
Bogotá está por llegar a 2017 y no hay shows genéticos, streaming usando lentes de contacto, un casco de realidad virtual que simula el sexo en todos los sentidos o guerras del sida. Tal vez es momento para imaginar qué vendrá en 15 años, como en su momento lo hicieron con ‘Bogotá 2016’.
Guiados únicamente por la ficción, ¿cómo piensan que será la ciudad en el futuro? Esperamos sus comentarios.
Imágenes: Capturas de pantalla.
