Tomarse unos descansitos ayuda a mejorar la productividad

Trabajo

El imaginario popular sobre la productividad es que, a mayor esfuerzo, mejores resultados. Y sí, en parte es cierto, pero descansar también es muy necesario. En una sociedad en la que «el trabajo dignifica al hombre» y los momentos de ocio están un poco mal vistos, casi satanizados, decir que tomarse descansos es bueno para la productividad debe sonar a sacrilegio, broma, excusa de un vago o a una completa tontería, parecida a cualquier discurso y teoría de los terraplanistas.

Sin embargo, la ciencia dice que es real: esforzarse está bien, pero ese esfuerzo funciona mejor si hay períodos de descanso. Y tiene toda la lógica. Por ejemplo, si juegas con tu consola de videojuegos todo el día, todos los días, se dañará mucho más rápido y comenzará a trabajar de manera menos eficiente. Pero, si le das unas horas de descanso por sesión de juegos, te durará mucho más tiempo.

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Nuestro cuerpo no deja de ser una máquina, que gasta energía, se agota, se reinicia y necesita reposo. En caso contrario, deja de funcionar o trabaja bajos niveles de productividad. Pero la lógica debe tener algún sustento para ser comprobada y eso fue lo que hicieron los investigadores Mattias Karlsson y Loren Frank, del Centro M.W. Keck para la Neurociencia integrativa, del departamento de psicología de la Universidad de California, en Estados Unidos.

Me voy a tomar un ‘break’

Ratones

Karlsson y Frank desarrollaron un experimento, cuyos resultados se pueden leer en Nature Neuroscience, en el que pusieron a un grupo de ratones a pasar el mismo laberinto una y otra vez. A una parte del grupo le daban descanso entre el primer intento y su repetición. Los ratones que tenían ese reposo mostraban un mejor desempeño para resolverlo cuando lo debían repetir.

Los investigadores creen que los ratones a los que se les daba descanso tenían tiempo para reproducir de manera automática la experiencia, lo que les permitía mejorar su desempeño en las otras oportunidades. En cambio, a los ratones que se les ponía el desafío de repetir el laberinto, inmediatamente después de completarlo, mostraban un peor desempeño porque no tenían tiempo para procesar lo que acaban de hacer.

Para los expertos el cerebro del ser humano debe funcionar de manera similar. Así que, especialmente para labores de aprendizaje, es importante tomarse pequeños períodos de descanso de entre cinco y 15 minutos, que ayudarán a retener la información. El tiempo de los descansos puede variar, dependiendo de la complejidad de la tarea y de la persona que la ejecutará. Eso sí, no exageres ni te vayas de listo, tomándote más tiempo para descansar que para realizar tu trabajo.

Imágenes: Sextoacto y Fizkes (vía iStock)

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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