El Nobel de Medicina es para la inmunoterapia contra el cáncer

La Asamblea del Premio Nobel del Instituto Karolinska, en Estocolmo (Suecia), anunció este lunes a los ganadores de la categoría de Psicología y Medicina: el estadounidense James Allison, del hospital M.D. Anderson de Texas, y el japonés Tasuku Honjo, de la Universidad de Kioto.

En la página del Premio Nobel informan que le dan el premio a ambos “por su descubrimiento de una terapia del cáncer inhibiendo la regulación inmunitaria negativa”. Al ser un premio conjunto, ambos se repartirán en partes iguales el incentivo económico de 9 millones de coronas suecas (más de 3.000 millones de pesos colombianos). Es decir, a cada uno le corresponderá 4,5 millones de coronas (1.500 millones de pesos colombianos).

Just in! Nobel Laureate Tasuku Honjo, surrounded by his team at Kyoto University, immediately after hearing the news that he had been awarded the 2018 #NobelPrize in Physiology or Medicine.

Posted by Nobel Prize on Monday, October 1, 2018

En un artículo publicado en la página de los Premios Nobel, la Asamblea explica que Allison y Honjo “mostraron cómo diferentes estrategias para inhibir los frenos del sistema inmune pueden ser usados en el tratamiento del cáncer”. Y califican el descubrimiento de ambos como “un hito en nuestra lucha contra el cáncer.

Todo muy lindo, pero ¿realmente por qué ganaron?

El trabajo de nuestro sistema inmunológico es detectar una amenaza, virus, bacteria u otro cuerpo peligroso, atacarlo y eliminarlo. Para ello usa un ejército de células. Una de ellas es el linfocito T, un tipo de glóbulo blanco que es uno de los elementos claves en la defensa de nuestros cuerpos. Sin embargo, el linfocito T tiene proteínas que funcionan como frenos, para que no ataque a tejidos o células del cuerpo que protege, y otras que funcionan como aceleradores, para ser más agresivas cuando encuentren un invasor peligroso.

En 1990, en la Universidad de California, Berkeley, James Allison investigó una de las proteínas que sirven como freno: la CTLA-4 y entendió que, al eliminarla o inhibirla, podría hacer que el linfocito T atacara los tumores cancerígenos. Así que desarrolló anticuerpos para inhibir esa proteína.

A pioneering approach for treating cancer patients was developed by James P. Allison, awarded this year’s Nobel Prize in…

Posted by Nobel Prize on Monday, October 1, 2018

“Estaba tratando de entender cómo funcionan las células T. Descubrimos este regulador negativo. Tuve la idea de que si lo elimináramos, tal vez haría un mejor trabajo al matar las células cancerígenas, y, ¡por supuesto que funciona!”, dijo Allison en una entrevista para la página del Premio Nobel.

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Luego, en 1994, hizo un experimento en ratones con cáncer que lograron curarse gracias a un tratamiento con esos anticuerpos que desbloquean la actividad de anticancerígena de los linfocitos T. Durante años Allison trabajó para llevar ese tratamiento a humanos. En 2010, un estudio clínico mostró resultados sorprendentes en un grupo pacientes con melanoma avanzado, un tipo de cáncer de piel, en quienes desaparecieron los signos del cáncer remanente.

En 1992, casi al mismo tiempo en el que Allison trabajaba en su investigación, Honjo descubrió otra proteína que frena al linfocito T, la PD-1, pero opera de manera diferente a la CTLA-4. El bloqueo de esa proteína, en experimentos en animales, demostró ser eficaz en la lucha contra el cáncer. En 2012, un estudio demostró que inhibir esa proteína es efectiva para combatir diferentes tipos de cáncer en varios pacientes.

Therapies based on the discovery by Tasuku Honjo – awarded the 2018 Nobel Prize – proved to be strikingly effective in…

Posted by Nobel Prize on Monday, October 1, 2018

¿Llegó, entonces, la caballería pesada en la lucha contra el cáncer?

De los dos tratamientos, el de inhibir la proteína PD-1 ha resultado ser el más efectivo, mostrando resultados positivos en diferentes tipos de cáncer como el de pulmón, el linfoma, el renal y el melanoma. Sin embargo, nuevos estudios han demostrado que el uso de ambos tratamientos, es decir, combinar la inhibición al tiempo del CTLA-4 y del PD-1, es mucho más efectiva. Por lo que actualmente se están llevando a cabo ensayos de terapias combinadas para combatir a la mayoría de tumores cancerígenos.

Aunque el tratamiento de bloqueo de esas proteínas ha demostrado tener efectos secundarios, muchos de los cuales pueden llevar a poner en peligro la vida del paciente, por lo general son manejables y actualmente se sigue investigando para mejorar las terapias y reducir esos efectos, asegura el artículo de los Premios Nobel.

A pesar de que todavía queda mucho camino, gracias a estos dos investigadores la esperanza de finalmente vencer al cáncer es más grande. “Es alentador, y necesitamos el poder de muchas, muchas personas para impulsar esta terapia en un nivel realmente satisfactorio. Este es solo el comienzo de la historia completa”, dijo Honjo en una entrevista que le hicieron para la página de los Premios Nobel.

Imágenes: @NobelPrize (vía: Twitter)

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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