Colombia está entrando a una nueva etapa de pagos digitales. Con Bre‑B, el Banco de la República busca que enviar y recibir dinero sea tan fácil como dar tu número de celular o tu cédula. Pero esa simplicidad no ocurre sola: necesitas registrar una llave. Y si no lo haces, sí hay consecuencias.
El registro es voluntario, pero no registrarte tiene efectos inmediatos. Aunque podrás seguir enviando dinero desde tu banco o billetera, no podrás recibir pagos por Bre‑B si no tienes una llave activa. Así funciona el sistema: solo quienes tengan una llave podrán recibir transferencias por ese canal.
En pocas palabras, sin registro quedas excluido de recibir dinero desde esta red. Y a medida que más colombianos migren a Bre‑B, las transferencias tradicionales serán menos frecuentes. No estar registrado será como hablar otro idioma dentro de un sistema que avanza rápido.
Los bancos no van a cerrarte la cuenta ni a sancionarte por no inscribirte. Pero eso no significa que no pierdas ventajas. Las transferencias seguirán disponibles, pero por canales más lentos, más costosos y con mayor riesgo de errores en los datos ingresados.
Uno de los puntos clave de Bre‑B es que elimina la necesidad de compartir el número de cuenta. Con solo dictar tu celular o cédula, alguien puede enviarte dinero. Si no activas una llave, seguirás dependiendo de esos largos números bancarios que nadie recuerda fácilmente.
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En la práctica, no registrarte significa quedarte fuera de un sistema gratuito, instantáneo y que funciona todos los días, incluso domingos y festivos. Es una exclusión silenciosa, pero con impacto. No se trata de castigos, sino de oportunidades que se empiezan a cerrar.
Negocios informales, vendedores ambulantes o personas que reciben pagos digitales pueden verse especialmente afectados. Si sus clientes usan Bre‑B y ellos no están registrados, los pagos no podrán completarse. Y eso, simplemente, puede representar una pérdida de ingresos.
Además, el sistema está diseñado para prevenir errores. Al ingresar una llave, el sistema confirma el nombre del destinatario antes de enviar el dinero. Si no tienes llave, ese filtro de seguridad no aplica. Volverás a depender del cruce manual de datos.
Bre‑B no es una aplicación más. Es una nueva infraestructura que el Banco de la República construyó para que los pagos sean más simples y accesibles. Y aunque hoy convive con las formas tradicionales, la tendencia es clara: este será el nuevo estándar.
Decidir no registrarte hoy es posible. Pero en unos meses podría significar que quedas rezagado frente a un país que ya estará usando este sistema de forma masiva. La tecnología no excluye, pero avanza. Y quien no se sube, se queda viendo cómo otros pasan.
Imagen: BRE-B