Esto es lo que debería durar tu celular sin obsolescencia programada

Obsolescencia programada

Cuentan las leyendas que hace eones (entre 10 y 20 años) existían unos dinosaurios casi indestructibles, como el legendario Nokia 1100, al que muchos llamaban ‘El Inmortal’ (como Highlander, pero más chévere porque tenía ‘Snake’, el juego del gusanito). Sin embargo, con el paso del tiempo, aparecieron nuevos celulares en la Tierra, cada vez más sofisticados (con tapas deslizantes, pantallas a color, ringtones polifónicos…), pero también más frágiles.

Hasta que un día (más o menos en 2008), llegaron los smartphones a dominar todo el territorio y mandaron a los viejos celulares al olvido, con sus pantallas táctiles y sus múltiples aplicaciones que permitían a los usuarios divertirse y contactar a sus amigos y familiares de manera más fácil.

La obsolescencia programada es la Death Note de los celulares

Sin embargo, los smartphones trajeron consigo un oscuro secreto: la obsolescencia programada, que los llevan a deteriorarse más rápido para poblar la Tierra con otros smartphones nuevos, que las compañías sacan año tras año. Es como si las compañías tuvieran una Death Note en la que escriben cuándo debe morir cada celular (si no sabes qué es una Death Note, busca el anime homónimo, que está en Netflix). El secreto estuvo oculto por mucho tiempo; luego fue un secreto a voces, con cara de mito, pero últimamente investigaciones han permitido saber que es real, que existe, y las compañías comienzan a admitirlo, aunque lo ocultan tras buenas intenciones.

Por ejemplo, en octubre las autoridades italianas multaron a Samsung y Apple, luego de que una investigación dio como resultado que algunas actualizaciones del sistema operativo llevaban a que los teléfonos más antiguos de esas empresas se pusieran lentos. Apple admitió que sí ralentiza sus equipos, pero afirmó que lo hace para aumentar el tiempo de vida de las baterías de litio y, por tanto, el tiempo de uso de los dispositivos.

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Obsolescencia programadaGracias a este modelo de negocio, que deteriora los celulares para que los usuarios compren nuevos muy seguido, los teléfonos inteligentes duran aproximadamente dos años, según Ewan Spence de Forbes. Un usuario promedio cambia de celular cada 14 meses y los fabricantes dejan de darle soporte a los tres años, lo que los hace más difíciles de usar y llevan a comprar uno nuevo (otra parte de la estrategia de obsolescencia programada) de acuerdo con Dave Rivas, un experto de Phonedoctors, citado por el medio de noticias financieras Market Watch.

Entonces, surge una duda: si las empresas no metieran la mano y dejaran a los celulares vivir su vida en plenitud, como lo hacían con los viejos dinosaurios, ¿cuánto podrían durar? El hardware de un teléfono sin obsolescencia programada debería durar entre 10 y 12 años, y el software, con actualizaciones constantes que le permitan mantenerse vigente por el mayor tiempo posible, debería tener un tiempo útil de entre 6 y 8 años, según Benito Muros, presidente de la fundación FENISS (Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada), que lleva 19 años investigando esta cuestión y fue citado por BBC Mundo.

De la obsolescencia programada y otros demonios

Obsolescencia programadaEl problema de la obsolescencia programada no es solo para el bolsillo de los usuarios, sino también para el medio ambiente y para la sociedad, porque el cambio de celulares tan constante crea toneladas de basura electrónica y hay un fomento de desigualdad, ya que las grandes compañías y los bancos se quedan con el dinero de las personas.

Además, la fabricación constante y acelerada de teléfonos genera mayores emisiones de CO2 y se desperdician minerales preciosos, cuando los celulares no son reciclados, explica a BBC Mundo Fabián Hühne, vocero de Fairphone, una compañía holandesa que crea celulares éticos (responsable con los recursos y las personas que los fabrican) y teléfonos desmontables, que pueden ser destapados, reparados y actualizados, lo que permite que tengan una vida útil de entre tres y cinco años.

Aunque todos estos datos también dependen del uso que le dé cada persona, porque no va a durar todo ese tiempo si experimentas su capacidad para rebotar contra una pared o las lindas fotos que toma bajo el agua (a menos de que sea resistente al agua). En todo caso, y con la obsolescencia programada, tendremos que prepararnos para seguir cambiando de equipo cada dos años, en promedio, a menos de que los gobiernos tomen ejemplo de los italianos y hagan algo para que las empresas cambien eso… pero yo mejor no me meto en temas políticos y me voy a comprar un legendario Nokia 1100.

Imágenes: Stevepb, FirmBee, Dariusz Sankovski y Glove (vía: Pixabay)

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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