Sin quererlo, y siendo con seguridad un hábil recurso narrativo, se pueden contar por cientos las páginas y sucesos de ficción que ocurrieron primero en las historias de libros fascinantes (otros no tanto), y que terminaron materializándose con el tiempo, atravesando para siempre esa delgada línea entre la realidad y la ficción. Hay que decir, además, que a veces se superan con creces unas y otras.
Por: Isaias Romero P.
@yopoetrix
A continuación algunos ejemplos impensables que nacieron en las páginas de los libros y terminaron en la realidad tecnológica:
La tarjeta de crédito
Aunque en la actualidad puede que le cause dolores de cabeza a más de uno, la culpa no es del todo de los bancos. Su creador fue nada menos que Edward Bellamy, un escritor norteamericano célebre por su novela ‘Mirando Atrás’ (‘Looking Backward’) que es todo un clásico de culto en el mundo de la ciencia ficción. En el libro, un hombre de clase alta en 1887 despierta en el año 2000, luego de una especie de trance hipnótico y encuentra una sociedad distópica que entre muchas otras cosas tiene tarjetas con un crédito determinado para adquirir bienes. El libro es de 1888 y la tarjeta de crédito apareció en sus primeros intentos formales hacia 1914, aunque el plástico como lo conocemos sólo llega hasta la década de los 40. Gracias, Bellamy. Si quieren leer éste libro pueden consultarlo en www.ellibrototal.com.
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Los sistemas de vigilancia
Si bien la voz de Dios retumbando en el jardín del Edén puede considerarse como el primer sistema de vigilancia parecido al que ahora vemos a diario como fuente noticiosa, el genial George Orwell lo crea en su versión literaria en el maravilloso libro ‘1984’, cuando nos habló de un «Gran Ojo” que exploraba y revisaba las conductas de los humanos en una sociedad futura. Aunque para 1949, año en el que se publica la novela de Orwell, ya existían cámaras que vigilaban sitios específicos, fijos y a blanco y negro, un sistema como tal solo logra desarrollarse plenamente 20 años después. ¿Se adelantó Orwell?
De Verne a la vida
El más popular en sus predicciones es nada menos que el escritor francés Julio Verne, quien con su imbatible pluma ha logrado descrestar a todos los predictores, asignándose con sus escritos un lugar de privilegio. No solo le debemos en sus libros vaticinios como el viaje a la Luna, el submarino o el helicóptero, incluso siglos antes de pensarse como hechos posibles, sino que además, los interludios de sus obras revelan detalles tecnológicos que sorprenden. Entre algunos encontramos las armas eléctricas o Tasers como se conocen hoy y que forman parte ya de las dotaciones de seguridad y control humano no letal.
Las primeras referencias aparecen en la célebre obra de ’20 Mil Leguas de Viaje Submarino’, donde son usadas como “balas eléctricas” alojadas en una especie de culata de un fusil de uso de los guardianes del Nautilus. Verne también en una famosa columna de prensa que publicó sobre el siglo XXIX indica que en el futuro la publicidad podrá verse en el aire, lo que conoceríamos inicialmente como la publicidad aérea primero en dirigibles y hoy en día en hologramas. El gran Verne.
Los auriculares
Como los conocemos en su función dual de permitir escuchar y hablar con otra persona, aparecieron por primera vez, o eso parece, en la famosa novela de ‘Farenheit 451’ en las manos de Ray Bradbury. Los aparatos, populares en esa sociedad del futuro planteada por Bradbury, eran llamados “radio auricular” y servían para escuchar y hablar con otro usuario.
Los satélites
Arthur Clarke, el célebre escritor norteamericano que tuvo en el lente de Stanley Kubrick la materialización cinematográfica de varias de sus predicciones, había predicho, primero en su cuento ‘El Centinela’ y luego ampliado en la novela de 2001 ‘Odisea en el espacio’, que parte de la comunicación global del futuro estaría basada en satélites e incluso fue más allá (fue célebre también por varios desaciertos), dijo que su órbita alrededor de la tierra dependía de una ubicación geoestacionaria, como ocurre en la realidad, e incluso que podrían ser tripulados. Este visionario inicialmente no fue tomado en serio hasta que avanzado el tiempo una mirada a su obra revivió sus premoniciones literarias.
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Con toda seguridad hacia el futuro entre más libros tengamos y más sean las versiones de nuestras vidas reflejadas en ellos, encontraremos otros ejemplos donde la realidad supere la ficción literaria. ¿Se nos escapa alguno?
* Isaías Romero Pacheco es escritor, periodista y mediador de lectura. Obtuvo en el 2016 el Premio de Literatura Infantil y Juvenil Barco de Vapor y en 2011 el Premio Nacional de Periodismo Cultural (Beca de Creación) del Ministerio de Cultura. Ha publicado libros de cuento, poesía y cine. Fue Consejero Nacional de Literatura, Tutor de Redes de Bibliotecas y productor cultural de radio. Adelanta desde hace más de 5 años la iniciativa Lectopaternidad que busca convencer a padres de familia, docentes y todos los responsables de la educación de niños y jóvenes a que les lean más.
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