Así es la industria del bitcoin en Colombia

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Mucho se ha dicho sobre el bitcoin en Colombia. Hay quienes defienden y quienes se oponen al uso de este dinero digital. La realidad es que nos encontramos frente a una tecnología creciente que gana seguidores y opositores a medida que se da a conocer por sus altibajos. Sin embargo, no todos los inversionistas ni usuarios tienen conocimiento del momento que atraviesan las criptomonedas en Colombia y, sobre todo, si es legal o no invertir en ellas.

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A la hora de hablar de criptomonedas y su legalidad es necesario aclarar el papel que cumplen cada una de las entidades bajo las cueles se rigen las divisas en nuestro país:

Banco de la República: ejerce funciones de banca central para preservar la capacidad adquisitiva de la moneda, en coordinación con la política económica general, entendida como aquella que propende por estabilizar el producto y el empleo en sus niveles sostenibles de largo plazo.

Superintendencia financiera: vigila, inspecciona y controla a quienes realizan actividad financiera, bursátil, aseguradora y cualquier otra relacionada con el manejo o inversión de recursos recibidos (captados) del público.

Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones: esta entidad se encarga de diseñar, adoptar y promover las políticas, planes, programas y proyectos del sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. A su vez, trata de incrementar y facilitar el acceso las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y a sus beneficios de todos los habitantes del territorio nacional.

Sin embargo, ninguna de estas entidades se ha referido a las criptomonedas, el blockchain o los criptoactivos como una tecnología legal o ilegal. Lo que nos lleva a un escenario de completa alegalidad que les permite a los usuarios realizar su transacciones con completa normalidad pero sin los beneficios y la transparencia que promete la legalidad.

Aunque no es ilegal tener bitcoins, sí hay bastante desinformación sobre el tema. En este sentido los inversionistas y usuarios han evitado invertir porque no tienen claridad de cómo funciona.

Para Typson Sánchez, CTO de Panda Exchange, «esta industria está creciendo en el país pero el Banco de la República no  lo reconoce como una moneda clásica». Para acabar con la desinformación y explicar a los posibles reguladores la importancia de esta industria tecnológica las industrias de las criptomonedas en el país se aliaron para crear la Fundación Blockchain.

Por su parte, el experto en criptomonedas Emilio Silva asegura que la «industria del bitcoin cambia la forma de proteger y administrar tu dinero sin intermediarios». En este sentido los colombianos pueden utilizar su dinero sin la necesidad permanente de que alguien lo vigile, lo que también ha ubicado a la criptomoneda en la alegalidad que habita, ya que ninguna entidad financiera se hace cargo de las transacciones que se realizan con bitcoin.

El vacío que ha generado el limbo de las criptomonedas se ha convertido en un dolor de cabeza para quienes invierten desinformados. Al respecto se han creado entidades inescrupulosas que funcionan como ‘pirámides’ de bitcoin, prometiendo a los usuarios altas ganancias por su inversión.

Ahora bien, en caso de que se regule la criptomoneda, su control será responsabilidad de alguno de los entes de regulación mencionados, pero dependerá de cómo sea aceptado. Es decir, si se acepta como un ‘archivo digital’ se debe encargar MinTIC; si se convierte en un archivo financiero será regulado por la superintendencia financiera; y si se acepta como una moneda lo tendrá que regular el Banco de la República.

La minería en Colombia

Recordemos que la minería es un proceso fundamental para la industria de las criptomonedas. Sin embargo, debe realizarse bajo unas condiciones específicas que garantizan el óptimo funcionamiento de los equipos y el éxito de cada operación. Estos procesos se realizan en países donde la energía es económica. Lo que saca a Colombia del mapa de la rentabilidad de minería ya que el pago de energía es bastante elevado.

En nuestro país no se realiza minería de criptomonedas de forma común, por lo menos no abiertamente. Según Emilio Silva, realizar esta actividad en estratos 1 y 2 puede ser una opción, pero el minero tendría que pagar el consumo de energía justo con lo que se pueda ganar minando, así como el dicho popular «comprar pan para vender pan»; es decir que no sería nada rentable.

En cambio, el mercado de criptomonedas continúa creciendo, sobre todo en algunos mercados como las compras por Internet y dentro de algunas establecimientos que ya aceptan compras con bitcoin en países como Japón, Chile, Argentina, México y próximamente Colombia.

Imagen: Vía Pexels

Sharon Durán

Sharon Durán

Yo decía que quería ser astronauta, pero luego quería ser bióloga, aunque estaba en clases de danzas y teatro. Descubrí que quería una vida donde pudiera ser de todo y el periodismo ha sido la luz que me ha llevado a explorar la ciencia, la medicina, el arte y la tecnología para contarle a la gente las maravillas futuristas en las que hoy ya vivimos.

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1 comment

  • Una cosa es invertir en criptomonedas y otra cosa es usarlas. En Colombia, el Bitcoin se ha hecho popular simplemente por el valor que esta moneda representa en dinero «real», pero las criptomonedas representan mucho más que eso. El dinero existe como mecanismo para facilitar el trueque de bienes y servicios. La emisión de dinero y las transacciones son controladas y respaldadas por gobiernos y entidades financieras. Pero Bitcoin (Blockchain) más que una moneda es una ideología. Proponer el uso de dinero digital y decirle al mundo que no se necesitan entidades financieras es una propuesta realmente revolucionaria.

    Si el día de mañana una guerra mundial, pandemia o Armageddon acabaran con orden económico que nos rige. Las personas que sobrevivan eventualmente tendrán que encontrar una ‘moneda’ que les ayude a intercambiar bienes y servicios. El uso de esa moneda se dará por la confianza que tengan las personas sobre la emisión y la integridad de las transacciones, que finalmente llevará a esa moneda a que sea aceptada como «dinero».

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