El exceso de canciones navideñas puede ser perjudicial para la salud

Música

Ya lo sabemos, es muy pronto para hablar de temas navideños. Faltan un par de meses y no hay que matar a octubre o noviembre. Sin embargo, no nos digamos mentiras, ya comienza a oler a buñuelo, natilla, galletas Noel y vino Cariñoso. El espíritu navideño está en el aire cada vez más temprano y desde ya se mezcla con calabazas, calaveras, disfraces y dulces.

Pero todos sabemos que la temporada navideña comienza oficialmente cuando escuchamos esa alegre tonada con voz infantil que dice: “Felicidad es todo aquello que se brinda sin reservas, una flor, un beso, la ternura del amor. Laaaa Navidad…” (la cantaste imitando la voz, ¿verdad?) o «De año nuevo y Navidad, Caracol por sus oyentes, formula votos fervientes de paz y prosperidad» (seguro también la cantaste). Pero, siendo sinceros, esa tonada nos alegra el corazón la primera vez que la escuchamos, incluso la segunda, la tercera o la décima, pero luego comienza a aparecer en todo lado y, entonces, le terminamos teniendo más fastidio que a ‘Despacito’.

Del fastidio a un mal estado mental

Ese agotamiento es normal, pero va mucho más allá. Investigaciones y expertos en psicología afirman que escuchar en exceso canciones navideñas puede afectar la salud mental de las personas, ya que no solo causa aburrimiento, sino también desconcentración, agotamiento, estrés y angustia.

MúsicaEscuchar en exceso una canción tiene un impacto psicológico que se conoce como “mero efecto de exposición”, que se explica como una relación en forma de U entre las veces que escuchamos música y nuestra reacción a ella. Al principio nos gusta una canción y la escuchamos muchas veces, cada una de las cuales aumenta el gusto, hasta que llega a su punto máximo, es entonces cuando nos aburrimos y comienza a molestarnos ese mismo sonido, según Victoria Willliamson, Ph. D que lideró una investigación sobre psicología de la música en la Goldsmith, Universidad de Londres, citada por NBC.

Con las tonadas navideñas la situación se puede empeorar porque, de acuerdo con Williamson, el efecto de la música depende de nuestro estado mental. En diciembre, por lo general, las personas están estresadas por el dinero, los regalos, las reuniones familiares, los gastos de vacaciones, la comida, la ropa y todo lo que implica la época. La música, en esos casos, puede ser un recordatorio de la causa de su estrés y, como la música navideña suena en todas partes, el recordatorio es constante.

¡Quíteme esa música o renuncio!

Este efecto puede ser peor en las personas que trabajan en tiendas durante diciembre (o antes), ya que allí se pone música de la época de forma constante para que los clientes se sientan alegres y su buen ánimo haga que duren más en el lugar y compren un mayor número de cosas. De hecho, un estudio de 2005, publicado en Journal of Business Research, afirma que la combinación de música con aromas de la época puede hacer que las personas duren más tiempo en las tiendas, quieran volver y, por tanto, compren más. El efecto se incrementa si la canción es lenta, porque lleva a los compradores a bajar su velocidad y permanecer más tiempo.

Para más estudios científicos, ingresa a este enlace.

Sin embargo, sea con aromas o no, en los vendedores el efecto es contrario y tienden a desconcentrarse más porque están expuestos constantemente a esa música. “Las personas que trabajan en tiendas en Navidad tienen que aprender a desconectarse, desconectarse de la música de Navidad, porque si no lo hacen, realmente no podrán concentrarse en otra cosa. Simplemente estás gastando toda tu energía tratando de no escuchar lo que estás escuchando”, dijo la psicóloga clínica Linda Blair a Sky News.

No sabemos, sin embargo, si todo esto aplica para las canciones que se ponen durante la época decembrina, que son tantos que no es fácil repetir. ¿Quién se va a cansar de los ‘chucu chucus’ y otros mil ritmos que suenan entre noviembre y diciembre? Es que Los 50 de Joselito, por poner un ejemplo, solo invitan a bailar y tomarse unos aguardientes. ¿Cómo estresarse con “dame tu mujer, José, dime cuándo me la darás…”? Además, acá no solo se pone música del momento, también se pone reguetón, salsa, bachata e, incluso, hasta rock y pop. O sea, en el país del Sagrado Corazón se aplica a la perfección lo que aconsejan los expertos para evitar el cansancio mental de la música decembrina: combinar las canciones navideñas con cualquier otra.

Imágenes: iStock

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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