El Ártico ya no enfría al planeta: una nueva investigación alerta sobre el colapso del invierno polar

En febrero de 2025, algo inusual ocurrió en Svalbard, un archipiélago noruego cercano al Polo Norte. En lugar de nieve, llovió. En vez de hielo sólido, los suelos se ablandaron. Y donde debería haber tundra congelada, aparecieron charcos y brotes verdes.

Esto no fue un error del clima. Fue documentado por un grupo internacional de científicos y publicado en la revista Nature Communications (volumen 16, artículo 6409). Sus observaciones confirman que el Ártico está cambiando más rápido de lo previsto.

Svalbard se está calentando entre seis y siete veces más que el promedio del planeta. Y lo más preocupante: los inviernos están perdiendo su esencia. Febrero de este año rompió récords con temperaturas superiores a 0 °C durante la mitad del mes.

Esto no es común a 1.200 kilómetros del Polo Norte. En Ny-Ålesund, el asentamiento más al norte del mundo, la media de febrero fue de -3,3 °C. Parece frío, pero en realidad es 12 grados más cálido que la temperatura histórica para esa época.

El fenómeno viene acompañado de más lluvia que nieve. Y cuando cae lluvia sobre la nieve, esta se derrite. El agua que no puede absorberse, se congela de nuevo en la superficie formando capas de hielo duras, que impiden el paso del oxígeno y afectan a los animales que se alimentan allí.

Los investigadores, liderados por James A. Bradley y Laura Molares Moncayo, notaron que el paisaje ya no era lo que esperaban. No necesitaban taladros para el hielo: bastaba una cuchara para tomar muestras del suelo, que ya no estaba congelado.

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Estos cambios impactan a los microorganismos del suelo, activándolos antes de tiempo. Al comenzar su actividad, liberan gases de efecto invernadero como CO₂ y metano. Es decir, el calentamiento acelera el cambio climático, y este acelera el calentamiento.

También cambia el comportamiento de las plantas. Las flores brotan antes, la vegetación aparece cuando aún deberían estar bajo la nieve. Todo el ecosistema entra en un nuevo ritmo, perdiendo la sincronía que ha mantenido durante siglos.

Y no solo la naturaleza está en riesgo. La infraestructura también sufre. Varias estaciones científicas en Svalbard ya han tenido que reconstruirse sobre nuevos cimientos, porque el suelo que las sostenía dejó de estar firme debido al deshielo del permafrost.

Los científicos advierten que este tipo de eventos serán cada vez más frecuentes. Y que la falta de datos del invierno ártico, la estación menos estudiada, limita nuestra capacidad para prever el impacto total del calentamiento.

El artículo completo y las evidencias se encuentran disponibles en la revista Nature Communications, bajo el título “El calentamiento invernal de Svalbard está llegando al punto de fusión”. El documento incluye fotografías, mapas de temperatura y datos de campo recolectados en febrero de 2025.

Más que una señal aislada, lo que ocurre en el Ártico es una advertencia global. No se trata solo de hielo que se derrite: es un sistema que se transforma. Y el “nuevo Ártico” ya no es una idea para el futuro. Es una realidad que estamos viendo en tiempo real.

Imagen: www.hurtigruten.com

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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