¿Bacterias de gatos, detrás de trastornos mentales?

Bacterias

A un joven estadounidense de 14 años, cuyo nombre no fue revelado, la vida le dio un vuelco total a finales del 2015. El joven, muy activo socialmente y con grandes logros académicos, perdió por completo el contacto con la realidad, de un momento a otro, y entró en una pesadilla que duró casi dos años, según un artículo publicado en ScienceDaily.

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Él comenzó a tener comportamientos sicóticos, y rápidamente fue diagnosticado con esquizofrenia, luego de ser internado por una emergencia siquiátrica en un hospital de Carolina del Norte. Su salud no mejoró, sino que continuó en un rápido deterioro, y luego de ser internado tres veces más tuvo que dejar de asistir al colegio. Sufría de alucinaciones y delirios, y en ocasiones tenía fuertes ataques de ira. En una ocasión dijo que sus mascotas, dos gatos y un perro, querían matarlo.

Las drogas antisicóticas no funcionaron con él, y los problemas continuaron, hasta que en el 2017 un médico que notó marcas de rasguños en sus muslos y brazos comenzó a sospechar que las lesiones estaban relacionadas con sus problemas mentales, debido a una bacteria que a veces tienen los gatos llamada Bartonella, la cual se encontró en la sangre del joven.

Se necesitan más estudios sobre bacterias que pueden afectar el estado mental

La publicación dice que la Bartonella se puede pasar a los humanos por los rasguños de un gato que ha sido infectado por mosquitos. Entre sus síntomas están fiebre leve y algunos nódulos, pero en algunos pacientes se pueden producir complicaciones neurológicas.

El joven fue tratado con antibióticos para atacar esta bacteria, y sorprendentemente su estado mental volvió a la normalidad luego de varios meses y él pudo regresar al colegio. Este caso ha llamado la atención de algunos doctores que están pidiendo investigaciones más profundas sobre la Bartonella.

Un artículo de la publicación Gizmodo dice que algunos investigadores también sospechan que ciertas bacterias pueden ser las disparadoras de otros males mentales, como el Alzheimer. Sin embargo, aclara que se necesitan más pruebas para confirmar estas hipótesis.

Imagen: iStock.

Diana Arias

Diana Arias

Soy comunicadora social de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en Producción multimedia y Periodismo, y Lingüista de la Universidad Nacional. Actualmente, estoy haciendo la especialización en economía de la Javeriana.

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