Hasta hace poco, cambiar de operador en Colombia era una tarea que pocos se atrevían a hacer. Había que llenar formularios, esperar días y aceptar cláusulas que casi nadie leía. Pero esa costumbre empieza a romperse. En silencio, los operadores móviles virtuales, conocidos como OMV, están ganando terreno y transformando la manera en que los colombianos se conectan.
Los datos más recientes de la Comisión de Regulación de Comunicaciones muestran que, en el segundo trimestre de 2025, más de 40 mil personas portaron su número hacia una de estas nuevas compañías. Frente a los más de tres millones de portaciones del semestre, la cifra parece pequeña, pero revela algo importante: los usuarios están buscando alternativas distintas a los grandes operadores.
Una OMV no necesita antenas propias ni infraestructura. Su modelo consiste en alquilar red a las compañías tradicionales y ofrecer servicios más simples, económicos y centrados en la experiencia. Esa estructura liviana permite que el foco esté en el usuario y no en los contratos. Los planes suelen ser más baratos, sin cláusulas ocultas ni letras pequeñas. Todo se maneja de forma digital, desde la atención hasta la activación del servicio.
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Entre los nuevos nombres, Swift Móvil se ha convertido en uno de los más visibles. Su estrategia se basa en la transparencia y la cercanía, dos conceptos que durante años estuvieron ausentes en la telefonía móvil. Su lema —“sin contratos, sin letra pequeña”— resume la esencia de su apuesta: ofrecer un servicio claro, sin ataduras y con precios accesibles.
Durante Halloween, la marca lanzó el “Reto Triki Swift”, una promoción que ofrece siete días con cinco gigas por $7.500 y el doble de datos durante un año si el usuario realiza la portabilidad. Más allá de la campaña, el mensaje es claro: el poder de decisión vuelve a estar en manos del usuario. En menos de un año, Swift Móvil asegura haber alcanzado el cuatro por ciento del mercado, una cifra que da pistas del impacto que puede tener este modelo.
El auge de las OMV marca un cambio de actitud. Cada vez hay más usuarios que quieren pagar por lo que realmente usan y no por compromisos que duran años. La portabilidad, antes vista como un trámite complejo, se convirtió en una forma de libertad. Hoy cambiar de operador no solo es fácil, también es una manera de exigir mejores condiciones.
Imagen: Archivo ENTER.CO
