El Metro de Bogotá ya no es solo una promesa, con un avance del 53,58 % en su construcción, este megaproyecto de movilidad empieza a revelar detalles curiosos y técnicos que marcarán la experiencia de los usuarios. Desde cuántas personas irán sentadas hasta cómo se moverán los trenes sin conductor, aquí te contamos lo que no sabías.
Cada uno de los 30 trenes que tendrá la Línea 1 estará compuesto por seis vagones. En total, cada tren podrá movilizar hasta 1.800 personas, aunque solo 252 podrán ir sentadas. De esos asientos, 36 están reservados para personas con movilidad reducida, mujeres embarazadas, adultos mayores y quienes carguen niños en brazos.
Eso significa que más del 85 % de los pasajeros irán de pie, una proporción similar a la de sistemas como TransMilenio, aunque con más espacio, mejor ventilación y mayor confort. Para dimensionar la capacidad, se necesitarían siete biarticulados de TransMilenio para transportar el mismo número de personas que un solo tren del metro.
Los trenes serán completamente eléctricos, lo que los hace más sostenibles. Además, no tendrán conductor: estarán guiados por un sistema automático y controlados desde el Centro de Control Operacional (CCO), gracias a una tecnología conocida como CBTC, que permite una comunicación continua entre los trenes y la vía.
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Este sistema automatizado no solo mejora la eficiencia, también garantiza la seguridad. Por ejemplo, las puertas del tren estarán sincronizadas con las de la estación, para que solo se abran cuando esté todo alineado. Así se evitan caídas o accidentes en los andenes.
Otro dato llamativo es la velocidad promedio, que será de 42,5 kilómetros por hora. Es más del doble de lo que usualmente se puede alcanzar en hora pico en carro o en bus por las principales vías de la ciudad. El tiempo entre tren y tren será de 140 segundos, por lo que los usuarios no tendrán que esperar mucho.
Los vagones también estarán equipados con cámaras de seguridad, pantallas de información en tiempo real y sistemas de comunicación para emergencias. Todo esto bajo estrictas normas internacionales que regulan la operación ferroviaria moderna.
En cuanto al precio del pasaje, aún no se ha fijado oficialmente, sin embargo, la intención del Distrito es que sea competitivo con el de TransMilenio, para no desincentivar su uso. Hoy, un pasaje en TransMilenio cuesta 2.950 pesos, y se espera que el del metro esté en un rango similar.
Además, el primer tren está previsto para llegar en septiembre de este año; Una vez en Bogotá, comenzarán las pruebas técnicas, que incluyen simular la carga de pasajeros con tanques de agua. Esta etapa es clave para ajustar los sistemas antes de abrir al público.
En la Caracas, eje central de la construcción, ya se han cerrado estaciones de TransMilenio para dar paso a las obras del metro. El avance se hace visible, y con él crecen las expectativas de una ciudad que lleva décadas esperando este sistema.
Imagen: Alcaldía de Bogotá