La discusión sobre los celulares más avanzados del año ya no se limita a sus cámaras o procesadores. Cada vez más usuarios se preguntan qué tan sencillo resulta repararlos cuando algo falla. En esa comparación, los análisis técnicos recientes ofrecen un veredicto entre el iPhone 17 Pro y el Galaxy S25 Ultra.
Los desmontajes de iFixit y medios como MacRumors y Android Police coinciden en que el iPhone 17 Pro es más fácil de reparar que el Galaxy S25 Ultra. El modelo de Apple obtuvo una puntuación de siete sobre diez, mientras que el teléfono de Samsung alcanzó cinco. Detrás de esa diferencia hay decisiones de diseño que influyen directamente en la experiencia de mantenimiento.
Apple rediseñó el interior del iPhone 17 Pro para que las piezas principales sean más accesibles. La batería ahora está sujeta con tornillos y no con adhesivo, lo que permite retirarla sin calor ni disolventes. También se redujo el uso de pegamento en la pantalla y en el marco, algo que facilita el trabajo de los técnicos y reduce los riesgos de daño.
Otro avance de la compañía es su programa Self Service Repair, que ofrece piezas y manuales oficiales al público. Aunque no cualquier persona puede abrir un iPhone sin experiencia, la marca ha mostrado mayor disposición a permitir reparaciones externas, un cambio que hasta hace poco parecía improbable.
Te puede interesar: Xiaomi 15T Pro, el flagship que combina rendimiento y durabilidad en el país: Te contamos
En el caso de Samsung, el Galaxy S25 Ultra incorpora mejoras que vale la pena destacar. La batería incluye pestañas de extracción y las cámaras traseras pueden reemplazarse por separado. Sin embargo, el exceso de adhesivo sigue complicando la apertura del dispositivo y obliga a usar calor y herramientas especializadas, lo que incrementa los tiempos de reparación.
Técnicos que han trabajado con ambos modelos coinciden en que el S25 Ultra requiere más cuidado y precisión. Incluso con las guías oficiales, retirar la pantalla sin fracturar el cristal sigue siendo una tarea compleja. En cambio, el iPhone 17 Pro ofrece un acceso más directo a los componentes internos y reduce la posibilidad de daños accidentales.
Más allá del costo de los repuestos, esta diferencia impacta en la sostenibilidad. Un dispositivo que puede repararse con mayor facilidad tiende a tener una vida útil más larga y genera menos residuos electrónicos. Es un avance técnico que también se traduce en un beneficio ambiental.

