La vacuna contra la corrupción empresarial

Corrupción empresarial

Por estos días, todos los noticieros de TV y las primeras planas de los periódicos están inundados de noticias acerca de la vacuna. Pero, si bien el COVID-19 es el centro de atención en estos momentos, esta no es la única enfermedad que nos tiene contra las cuerdas a la sociedad. Tal es el caso de la corrupción, un mal que nos invade desde hace décadas y del que ni las empresas se salvan en Colombia.

**Por: Oskar Sarquis, CEO de Suplos
**Por: Oskar Sarquis, CEO de Suplos.

Según un estudio elaborado por Transparencia por Colombia y Monitor Ciudadano de la Corrupción, la corrupción empresarial en el sector privado representa el 9 % de los casos en el país y cada vez más son más reportados a través de la prensa. Sobornos, sobrecostos o procesos fraudulentos son algunos de los comportamientos que marcan esta enfermedad que atañe a las compañías y por lo que muchos, día a día, trabajamos para acabarlo.

Si bien unos optan por las auditorías físicas – post facto – como solución, soy un convencido de que la tecnología es una aliada para combatir la corrupción: una vacuna que como la de Pfizer o Moderna nos puede sacar del hoyo en el que nos encontramos. A través del uso de tecnologías como los softwares en la nube, las empresas públicas y privadas pueden tomar el control de los procesos de compras y licitaciones, que son los que más pueden verse afectados por las prácticas fraudulentas.

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Por ejemplo, si usted tiene una plataforma que verifica por medio de análisis de datos si un proveedor cumple con todos los requisitos solicitados para adjudicarle un contrato y, además, todo el proceso queda registrado, su área de compras estará libre de manipulación documental y otras prácticas dañinas para el manejo de recursos y la reputación de su organización.

La experiencia nos ha demostrado que el papel no es el mejor aliado de la transparencia y por eso las compañías en Colombia tienen un reto enorme en términos de digitalización. Si algo ha demostrado la coyuntura que estamos viviendo, es que la transformación digital no es una opción, es el camino.

Como alguna vez dijo el famoso empresario Seth Godin: “El cambio es incesante e implacable. Por tanto, la mejor estrategia es aceptarlo y evolucionar”. Esa debe ser nuestra filosofía.

Implementar tecnologías no solo debe ser nuestra tarea, sino la bandera con la que aprendamos a desafiar la corrupción empresarial.

Imagen: Archivo personal y RawPixel (Vía Freepixel). 

Diana Arias

Diana Arias

Soy comunicadora social de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en Producción multimedia y Periodismo, y Lingüista de la Universidad Nacional. Actualmente, estoy haciendo la especialización en economía de la Javeriana.

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