Samsung Gear S: el brazalete inteligente

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Aunque ya había sido anunciado, el martes en su evento de IFA se mostró el Samsung Gear S, el primer vestible de Samsung con conexión autónoma a internet, es decir, que no requiere estar emparejado a un teléfono inteligente para funcionar. Con él, más allá de ampliar su ya extenso portafolio de relojes y dispositivos similares, la coreana le apuesta a una categoría ligeramente diferente: los brazaletes inteligentes.

Su software es muy similar a los relojes inteligentes que Samsung ya ofrece. Funciona con el sistema operativo Tizen y tiene todas las aplicaciones que funcionan para los otros Gear de la compañía. Su interfaz es casi la misma, también se controla con gestos táctiles y un botón de ‘home’. Cuenta con los usuales sensores –acelerómetro, podómetro, lector de ritmo cardíaco–, y su aspecto exterior sigue la línea del fabricante.

En general, el Samsung Gear S es un dispositivo cómodo y ergonómico. Su forma se acomoda bien a la muñeca y, a pesar de que es bastante grande y grueso, no se hace sentir demasiado. Eso sí: habrá que ver si pasa o no la prueba de usarlo por muchas horas sin que den ganas de quitárselo.

Su pantalla no tiene precedentes

Lo que lo hace diferente al Gear S es su hardware. Su pantalla curva es inmensa; puede cubrir toda la muñeca de un usuario de arriba a abajo. Además, como ya es usual en el fabricante, es brillante y colorida: se ve e ilumina a metros de distancia.

Samsung Gear S
¿Eres tú, Leela?

No hay ningún reloj medianamente parecido, lo más similar que se me ocurre es el brazalete de Leela en ‘Futurama’. Es decir, la idea es que sea un computador de muñeca más que un reloj.

La conexión autónoma a internet forma parte de ese concepto. El Samsung Gear S puede hacer llamadas o enviar y recibir datos a través de internet sin ayuda. Incluso, podría ser una especie de ‘hotspot’ de muñeca y emitir Wi-Fi. Si el usuario quisiera, podría convertirlo en su único dispositivo.

Además, es diciente que la empresa lo haya bautizado con la letra S, la misma de su serie más poderosa de teléfonos inteligentes. Parece que el mensaje fuera: ‘este sí es el reloj verdaderamente inteligente’.

Otro asunto es su precio. Samsung no lo ha revelado oficialmente, pero se espera que sea más elevado que el de cualquier otro Gear. Hay que tener en cuenta también los costos adicionales en los que incurriría un usuario en nuevos planes de datos para su reloj.

¿Quién podría necesitar de algo así? Básicamente, los usuarios que requieren de mucha movilidad. Suponiendo que el software pueda hacer las tareas que estas personas esperan del dispositivo, y suponiendo que esas personas estén dispuestas a lucir un gadget tan grande y evidente –algo que uno se pensaría dos veces en una ciudad peligrosa–, ahí podría estar el nicho.

En ‘Futurama’, Leela usa su brazalete para todo: desde abrir puertas y consultar bases de datos hasta jugar ‘Pong’ y disparar rayos láser. No esperamos todo eso del Gear S –o al menos no lo de los rayos láser, sería divertido pero peligroso–, pero sí estamos a la espera de que Samsung y los desarrolladores nos convenzan de que una pantalla tan grande en la muñeca tiene sentido.

Imágenes: ENTER.CO, captura de pantalla.

José Luis Peñarredonda

José Luis Peñarredonda

Un día me preguntaron sobre mis intereses y no supe por dónde empezar. Decidí entonces ponerlos en orden y dibujé un diagrama de Venn para agruparlos a todos: Internet, cine, periodismo, literatura, narración, música, ciencia, fotografía, diseño, política, escritura, filosofía, creatividad... Me di cuenta de que en toda la mitad de ese diagrama, en el punto en el que todos estos círculos confluyen, está la tecnología. Eso me llevó a ENTER.CO. Estudié Periodismo y Filosofía en la U. del Rosario. PGP: http://bit.ly/1Us3JoT

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8 comments

  • «estamos a la espera de que Samsung y los desarrolladores nos convenzan
    de que una pantalla tan grande en la muñeca tiene sentido» .. especialemnte cuando en el bolsillo cargamos otra pantalla que hace lo mismo y nos permite trabajar en forma mucho más cómoda. la justificación que se me ocurre sería reemplazar completamente el celular (y por cierto, tampoco son los primeros en sacar reloj celular, ya hay varios con android), es decir, no ver las notificaciones que llegan al celular en la muñeca, sino dejar el celular en casa y hacer las llamadas por ahí (lo cual no me parece práctico tampoco. se veía bien en dick tracy hace años, pero ahorita se vería medio tonto, cuando tenemos aparatos que podemos pegarnos al oído y hablar y escuchar bien)

    editado: por cierto, a leela nunca la he visto sacando el celular (sólo a amy la ví una vez hablando por un celular y luego selo tragó accidentalmente por lo pequeño que era)

  • «estamos a la espera de que Samsung y los desarrolladores nos convenzan
    de que una pantalla tan grande en la muñeca tiene sentido» .. especialemnte cuando en el bolsillo cargamos otra pantalla que hace lo mismo y nos permite trabajar en forma mucho más cómoda. la justificación que se me ocurre sería reemplazar completamente el celular (y por cierto, tampoco son los primeros en sacar reloj celular, ya hay varios con android), es decir, no ver las notificaciones que llegan al celular en la muñeca, sino dejar el celular en casa y hacer las llamadas por ahí (lo cual no me parece práctico tampoco. se veía bien en dick tracy hace años, pero ahorita se vería medio tonto, cuando tenemos aparatos que podemos pegarnos al oído y hablar y escuchar bien)

    editado: por cierto, a leela nunca la he visto sacando el celular (sólo a amy la ví una vez hablando por un celular y luego selo tragó accidentalmente por lo pequeño que era)

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