Así nos fue con el alucinante ‘The Order: 1886’ para PS4

Una de las principales promesas de Sony cuando lanzó el PS4 era que iba a ofrecer experiencias gráficas alucinantes, y aunque sí se ha visto un salto en la calidad visual con juegos como ‘The Last of Us Remastered’, seguíamos sin ver un ejemplo que estableciera el nuevo estándar de cómo debe lucir una experiencia visual triple A en la nueva generación de consolas. Después de jugar 15 minutos de ‘The Order: 1886’ durante la PlayStation Experience en Las Vegas –a la cual asistimos por invitación de Sony– puedo decirles que este juego materializa la promesa de Sony.

El demo ocurre en un zeppelín llamado Agamemnon y es el quinto capítulo de la aventura. Arranca con un grupo de cuatro personas haciendo ‘rappel’ para entrar en la nave y frustrar a unos rebeldes que andan infiltrados entre los guardias de un pasajero, que al parecer es miembro de la realeza inglesa. Mientras bajan hacia la puerta, su pelo y su ropa se mueven con el viento y las expresiones de sus caras son precisas y detalladas. En la distancia, debajo de unas pocas nubes, se alcanza a ver Londres durante la época victoriana.

Una vez adentro del zeppelín la belleza del título es aún más evidente. Por primera vez en mi vida sentí, incrédulo, que estaba cumpliendo un sueño que tengo desde la primera vez que vi un tráiler con gráficas prefabricadas (es decir, que ocurren en tiempo real). Me sentí jugando esas escenas cinematográficas que ayudaron a hacer de ‘Final Fantasy’ la serie de juegos de rol más exitosa del mundo a finales del siglo pasado. ‘The Order: 1886’ se acerca mucho visualmente a la promesa de jugar una película: desde la iluminación dinámica, hasta por las texturas, pasando por los efectos volumétricos y la física, todo es precioso y casi real, con una atención al detalle minuciosa y metódica.

El título se juega en tercera persona y tiene elementos que recuerdan mucho a la serie ‘Metal Gear Solid’. Para avanzar es necesario ser sigiloso en ocasiones y temerario en otras, pero siempre con inteligencia y paciencia. Acá salir a ‘echar plomo’ como Scarface en la última escena de su película lo dejará igual de muerto al narcotraficante cubano. También incluye controles contextuales que el jugador debe ejecutar exitosamente para avanzar, de forma muy similar a lo que uno ve en los títulos de ‘God of War’ cuando hay que oprimir un botón en un momento exacto para tener éxito en la batalla.

‘The Order: 1886’ se acerca mucho visualmente a la promesa de jugar una película

El ritmo del juego, por otro lado, me recuerda a títulos de acción contemporáneos como ‘Uncharted’, donde los momentos de acción y las balaceras se intercalan con escenas que adelantan la trama y ayudan a evolucionar a los personajes. En general el producto luce muy bien y está muy pulido, pero no es del todo perfecto y tiene campo para mejorar antes de su lanzamiento el 20 de febrero del año entrante.

The Order:1886
Un Londres victoriano lleno de detalles.

Varias veces durante mi sesión sentí que los controles no estaban del todo afinados. Mi personaje se pegaba a las paredes sin que yo lo pidiera, su movimiento se sentía lento y un poco frustrante, y la cámara es algo torpe cuando uno dobla una esquina. Son fallas que en principio parecen menores pero que fácilmente se magnifican y pueden ser desesperantes durante una aventura de varias horas.

Estos problemas son lo que separa a un gran juego de un juego que apenas cumple. ‘The Order 1886’ todavía tiene tiempo para terminar de afinar su jugabilidad y lograr que esté a la par de sus increíbles gráficas. Dicho esto, la verdad es que me divertí, me emocioné y sentí mi corazón saltar un par de veces en el corto tiempo que tuve con el juego. Eso, para mí, es suficiente para tenerle mucha fe a ‘The Order: 1886’.

Incluso me atrevo a decir que si la historia del juego está a la par de las gráficas y los controles son afinados, Sony tiene potencialmente una nueva franquicia exclusiva que esté a la par de ‘Uncharted’, ‘God of War’ y ‘The Last of Us’.

Esta nota fue hecha gracias a una invitación de PlayStation a Las Vegas.

Imágenes: Sony

Luis Iregui V.

Luis Iregui V.

Soy un adicto a la tecnología. Lo acepto y lo celebro. Como buen adicto, tengo toda una historia detrás de mi condición. Comencé con una obsesión por los videojuegos que con los años se transformó en una pasión por todas las cosas relacionadas a la tecnología. Esta manía me ha llevado a mantener mi cuenta bancaria en ceros, siempre a la merced del último gadget, el último juego o el último celular. Intenté satisfacer mi adicción estudiando sistemas en Estados Unidos, pero no quedé convencido y terminé desubicado en Los Andes, graduado como abogado pero frustrado por no tener un futuro tecnológico claro por delante. Para mejorar mi situación, comencé una página dedicada el cubrimiento del mundo de los videojuegos (lapaginadejuegos.com), pero incluso eso no fue suficiente para satisfacer mi apetito digital. Después de muchas vueltas, llego a ENTER.co con el sueño de convertir este sitio en el lugar de referencia para los adictos latinoamericanos como yo, que jamás están satisfechos y viven al borde de sus sillas, pendientes de todo lo que ocurre en el maravilloso mundo de la tecnología.

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