Mentorías, un potente generador de valor en emprendimientos

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Desde hace algunos años he podido participar en mentorías del ecosistema de emprendimiento como mentee y como mentor. Este es un vínculo poderoso que genera beneficios mutuos y otorga inmensas oportunidades de crecimiento a ambos actores. No obstante, en mi corta experiencia he visto que en muchos casos estos ejercicios fracasan por fallas inocentes de los involucrados. De ambas experiencias he podido reconocer buenas y malas prácticas que intentaré exponer.

Por: Santiago Páez Giraldo – @santiagopaezg

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¿Cuál es el propósito de una mentoría?

Desde el inicio se debe acordar el propósito y alcance de la mentoría. Sin este punto básico, ni la comunicación ni las expectativas podrán ser claras. En principio, el mentor debería entregar su conocimiento, experiencia y una red de contactos estratégica para hacer crecer al emprendedor y su proyecto.

Más allá de esto, y contrario a lo que uno pensaría, el liderazgo y ritmo de trabajo debería provenir del mentee marcando los tiempos, compartiendo insights e información relevante, definiendo y cumpliendo metas, asignando responsables y realizando acciones pactadas. Lo más esencial es generar crecimiento personal y profesional a ambos, una actitud proactiva es clave para conseguirlo.

¿Remuneración económica por la mentoría?

Cuando la relación es directa no debería haber una contraprestación económica ni entregables por parte del mentor, esto sería más bien una consultoría. El mentor debe fungir como voluntario estratégico y los entregables, como acciones y tareas, son responsabilidad del mentee. Por mucho, podrán pactar participaciones contra resultados dentro de la compañía, sujetas a condiciones taxativas que crean una relación de socios.

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Cuando se hace a través de un programa u operador, se debería pagar por la mentoría. Existen instituciones que aprovechan el tiempo de los mentores y no pagan estas horas aun cuando reciben recursos para llevar a cabo su programa; entre el operador y el mentor debe haber también un vínculo gana-gana. Por otro lado, de existir interés de inversión por parte del mentor en el emprendimiento, este debería ofertar con posterioridad al cierre, hacerlo antes puede crear conflictos de interés y afectar el desarrollo del programa.

¿Quién es un buen mentor?

Una persona con conocimiento y experiencia en áreas esenciales (legal, estrategia, negocios, mercadeo, etc.) que está al día con la mejores prácticas y metodologías aplicables a la gestión de emprendimientos. Debe comprometerse con el tiempo que dona y asumir su rol con responsabilidad. Debe ser una persona consiente de sus capacidades y demostrar voluntad de aporte así como voluntad de aprendizaje, es decir que ejerza un liderazgo ‘desde atrás’. En esta materia destaco la labor que realiza Genie Latam al crear una escuela dedicada exclusivamente al entrenamiento y certificación de mentores en Colombia.

¿Tener más de un mentor?

Siempre y cuando sea estratégico y operativo, es decir que cumpla los objetivos y genere insights accionables. Puede surgir una colisión de opiniones o “mentor whiplash”. En este caso es responsabilidad y criterio del mentee saber qué camino tomar.

¿Dónde encontrar mentores?

Los programas de emprendimiento de instituciones públicas y privadas constantemente están entregando horas de mentoría a emprendedores a través de convocatorias. Se pueden encontrar también en espacios de networking, en eventos, aceleradores y espacios de coworking. Así mismo, puede contactarse a potenciales mentores a través de redes sociales como LinkedIn o googleando personajes para hacerles un approach estratégico.

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¿Cómo ser un buen mentee?

No hay una fórmula ideal respecto al tamaño que debe tener un emprendimiento para recibir mentoría, por lo cual es recomendable que los emprendedores integren a sus mentores como aliados estratégicos en el modelo de negocio. Así mismo, debe comprometerse con disciplina y proactividad a realizar las actividades pactadas con el mentor, mantenerlo al tanto y siempre procurar una actitud receptiva a los consejos y recomendaciones sin tomarse las retroalimentaciones desde lo personal; un buen mentee nunca pierde la capacidad de ser enseñable. La reciprocidad debe guiar este vínculo y su giveback puede ser como voluntario en proyectos de su mentor.

¿Cuál es el tema central de la primera reunión?

Me encanta la aproximación de la Andi del Futuro que en mi época recomendaba a los emprendedores que se sentaban con empresarios: “No busque un negocio, busque consejos”. Al respecto es esencial no buscar financiadores, ventas, ni mucho menos una oportunidad laboral. La primera mentoría se guía con preguntas específicas, una especie de entrevista desestructurada que direccione y priorice los asuntos más relevantes. Esta conversación poderosa debe contribuir con los objetivos previamente diseñados por el emprendedor y plasmarse en un plan de mentorías (similar a un plan de trabajo).

En suma, una de las prácticas más positivas que tiene el emprendimiento es la de crear vínculos y conversaciones poderosas entre mentores y mentees. En su mayoría son relaciones gana-gana que resultan atractivas tanto para unos como para otros. He visto en muchas oportunidades cómo los mentores son capaces de acelerar el crecimiento de empredimientos y cómo éstos últimos le aportan un gran valor a su mentor en cuanto a enseñanzas personales y profesionales. El emprendimiento es un poderoso generador de valor y de desarrollo del país, entre otras razones, por suscitar la cooperación.

Imagen: Fizkes (vía iStock).

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