La carrera global por dominar la inteligencia artificial ya no se libra solo en los laboratorios ni en las grandes conferencias tecnológicas. También se combate, cada vez con mayor intensidad, en las salas de entrevistas y en las negociaciones salariales.
Gigantes como Meta y OpenAI protagonizan lo que ya se conoce como una auténtica guerra por el talento. El objetivo es el de reclutar y retener a los mejores ingenieros e investigadores de IA, cueste lo que cueste.
Y ese “cueste lo que cueste” no es una metáfora. Según un informe de Financial Times, los salarios de los expertos en inteligencia artificial se han disparado a niveles que, hasta hace poco, parecían reservados solo para deportistas de élite o estrellas de Hollywood.
Hoy, los paquetes de compensación para ingenieros e investigadores de IA de primer nivel pueden superar los 10 millones de dólares anuales, es decir, más de 41.500 millones de pesos colombianos. Los sueldos más “típicos”, en esta categoría, oscilan entre 3 y 7 millones de dólares, es decir, entre 12.450 millones y 29.050 millones de pesos.
Esta cifra representa un aumento de cerca del 50 % en comparación con los niveles salariales de 2022. La explicación es sencilla: el talento en IA se ha convertido en el recurso más escaso y codiciado del sector tecnológico.
Uno de los protagonistas de esta batalla es OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT. En las últimas semanas, la compañía ha admitido la pérdida de empleados clave frente a sus competidores directos, especialmente Meta.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, reveló que Meta está ofreciendo bonos de contratación de hasta 100 millones de dólares, es decir, 415.000 millones de pesos colombianos, a sus mejores ingenieros. Un movimiento que ha puesto en alerta al resto de actores del sector.
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Para hacer frente a esta situación, OpenAI anunció que revisará sus esquemas de compensación y buscará “formas creativas” de reconocer a su equipo. Incluso, otorgaron una semana libre a sus empleados, en un intento de aliviar la presión interna.
Mark Zuckerberg, CEO de Meta, también ha intensificado su estrategia. Después de las críticas que recibió su modelo de lenguaje Llama 4, la empresa invirtió 15.000 millones de dólares en la startup Scale AI, equivalente a unos 62 billones de pesos colombianos, y contrató a su cofundador, Alexandr Wang.
Más allá de las cifras, los expertos coinciden en que no todo se reduce al dinero. “Los investigadores se sienten motivados por el tipo de trabajo que realizan, el liderazgo y el impacto social de sus proyectos”, explicó Firas Sozan, de la firma de reclutamiento Harrison Clarke.
De hecho, compañías como DeepMind, Anthropic o la alemana Aleph Alpha han logrado atraer talento apelando a la libertad de investigación, la posibilidad de publicar sus avances y el compromiso con temas como la sostenibilidad y la ética.
La competencia no solo viene de las grandes tecnológicas. Sectores como los seguros, las finanzas y el entretenimiento también están contratando expertos en IA, aumentando la presión sobre el mercado laboral.
En este contexto, algunas startups han optado por buscar talento fuera de Estados Unidos. Hugging Face, conocida por su apuesta por la IA de código abierto, se ha enfocado en Europa, donde, aseguran, pueden contratar hasta cuatro ingenieros por el costo de uno en Silicon Valley.
Según datos de Levels, sitio especializado en seguimiento salarial, Meta y OpenAI ofrecen los paquetes más altos de la industria. Sin embargo, el prestigio de los equipos, los proyectos y la misión social marcan la diferencia al momento de elegir dónde trabajar.
Para muchos, el verdadero motor de esta guerra por el talento no son solo los millones de dólares. Es la certeza de que, en la inteligencia artificial, se está escribiendo el futuro de la tecnología… y del mundo.
Imagen: Archivo ENTER.CO