Así mejora GPT-5.2 el trabajo en matemáticas y ciencia frente a su versión anterior

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GPT-5.2 marca un avance notable en la relación entre inteligencia artificial, matemáticas y ciencia aplicada. No es solo una actualización técnica: es una mejora directa en cómo la IA razona, conecta ideas y mantiene coherencia en problemas complejos. Su llegada muestra un cambio de ritmo en el trabajo científico asistido por modelos avanzados.

A diferencia de su antecesor, GPT-5.1, que ya ofrecía resultados sólidos pero aún mostraba variabilidad, la versión 5.2 es más estable. Esto se refleja en evaluaciones exigentes que no dejan espacio para aciertos casuales. La consistencia es el rasgo que más destaca.

Los nuevos modelos —GPT-5.2 Pro y GPT-5.2 Thinking— logran puntajes superiores en GPQA Diamond, una prueba de preguntas científicas a nivel de posgrado. Allí, la variante Pro alcanza un 93.2 % y la Thinking un 92.4 %. GPT-5.1 Thinking se quedaba en 88.1 %, lo que evidencia un salto claro en precisión.

El impacto también se ve en FrontierMath, una evaluación de matemáticas avanzadas. GPT-5.2 Thinking resolvió un 40.3 % de los problemas. GPT-5.1 se quedaba en 31 %. No es un aumento menor: implica un cambio profundo en la capacidad para seguir cadenas largas de razonamiento y evitar contradicciones internas.

Estas mejoras no son trucos estadísticos. Indican un razonamiento más robusto y una capacidad de abstracción más amplia. Eso permite aplicaciones más confiables en programación científica, análisis de datos, modelación y diseño experimental. Con GPT-5.2, la posibilidad de obtener errores sutiles se reduce y la estabilidad aumenta.

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Uno de los ejemplos más interesantes es el caso de un problema abierto en teoría del aprendizaje estadístico. GPT-5.2 Pro no solo ayudó a resolverlo: produjo una demostración completa, que luego fue verificada por expertos externos. Esa diferencia es grande respecto a la versión anterior, que necesitaba más guía y más intervención humana para acercarse a soluciones complejas.

El modelo incluso extendió el resultado a dimensiones más altas y a otros modelos estadísticos. Allí se nota la evolución: GPT-5.1 podía sugerir ideas; GPT-5.2 construye argumentos completos que valen la pena revisar y someter a evaluación académica.

Sin embargo, el papel del humano sigue siendo esencial. La IA puede proponer, explorar y acelerar etapas iniciales, pero no reemplaza el juicio crítico ni la verificación rigurosa. El texto lo deja claro: ningún modelo, por avanzado que sea, está libre de errores o supuestos implícitos.

La integración correcta está en los flujos de trabajo colaborativos. La IA explora y propone; los investigadores validan, ajustan y contextualizan. Esa alianza es la que convierte a GPT-5.2 en una herramienta real para avanzar en disciplinas teóricas.

GPT-5.2 representa un cambio de escala frente a GPT-5.1. Mayor coherencia, menos fallas finas, más utilidad concreta en matemáticas y ciencias. Su impacto será mayor en la medida en que los equipos adopten prácticas de revisión y transparencia. Con esa base, puede acelerar descubrimientos y reforzar la investigación moderna sin desplazar la responsabilidad humana.

 

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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