Camarones y ballenas, la esperanza para las criptomonedas

Criptomonedas

Los camarones y las ballenas se han aliado para hacer frente al panorama sombrío de las criptomonedas. Aunque son dos grupos que contrastan en el criptoverso, esta vez buscan convencer a los escépticos a pesar de la mala racha de las monedas digitales.

Tanto los camarones como las ballenas son conocidos como HODLers, que son inversores en Bitcoin como una propuesta a largo plazo que se niegan a vender sus participaciones. Los camarones tienen menos de 1 bitcoin (o su equivalente en otras monedas) y esta vez están sumando 60.460 bitcoin por mes a sus monederos, la tasa más agresiva de la historia. Mientras que las ballenas tienen más de 1.000 bitcoins y sumaban 140.000 monedas al mes, que es la tasa más alta desde enero de 2021. Esta estrategia de camarones y ballenas acerca el mercado de las criptomonedas a una dominación por parte de los HODLers.

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El mes de junio fue el peor para el comportamiento del Bitcoin en más de 11 años, sin embargo, la caída parece haberse ralentizado porque la demanda comienza a moverse. Esto podría explicarse en un estancamiento de los nuevos participantes, pero frente a una retención de una carga base de usuarios como los HOLDers. La baja en las cotizaciones de las criptomonedas entra en su octavo mes consecutivo y aunque esto tiene a los monederos de los HOLDers en números rojos, estos se niegan a pagar la fianza y vender sus monedas digitales.

De hecho, un análisis hecho por eToro reveló que el 55 % de los minoristas en criptomonedas de EE. UU. mantuvieron sus inversiones pese a las recientes liquidaciones. Además, en junio se reportó que el 16 % de los inversores mundiales aumentaron su participación en criptomonedas. Al parecer, la inversión en criptomonedas está en manos de jóvenes que son más tolerantes al riesgo porque tienen muchos años por delante para recuperar sus inversiones.

Imagen: master1305 en Freepix.es

David Jojoa

David Jojoa

Me hice comunicador porque con las letras descubrí mundos inexplorados. Para mí, la tecnología es un mundo por descubrir y cuando ya casi lo descubro surge algo más fascinante. Estudié comunicación y maestría en gerencia de la comunicación en Venezuela, porque tengo la fortuna de ser el venezolano en Colombia y el colombiano en Venezuela.

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