LinkedIn anuncia su IPO y comienza el segundo ‘boom’ de los punto-com

LinkedIn estrena imagen y se vuelve más intuitiva para mejorar la experiencia de usuario. Foto: Nan Palmero (vía Flickr).
La empresa anunció su venta de acciones públicas inicial, la cual sería la primera de muchas por venir en el próximos meses.

La red social profesional cotizará en la bolsa. La fiesta será con mucho más que chocolates. Foto: Nan Palmero (vía Flickr).

LinkedIn, la red social que se especializa en conectar a profesionales alrededor del mundo, pidió formalmente (inglés) permiso para ofrecer sus acciones al público en general (IPO, por su sigla en inglés). Aunque no está claro cuándo van a estar disponibles ni cuánto van a costar, sí se revelaron algunos datos financieros interesantes de la empresa.

La meta de LinkedIn es recaudar 175 millones de dólares (unos 325.000 millones de pesos) para continuar creciendo y expandiéndose. En este momento, la compañía cuenta con 90 millones de usuarios, tiene 990 empleados y en los primeros 9 meses de 2010 generó 161,4 millones de dólares (30.000 millones de pesos) en ingresos, lo cual le representó ganancias de s de 10 millones de dólares (18.500 millones de pesos) después de gastos e impuestos.

Estos valores representan un incremento considerable en comparación a2009, cuando los ingresos fueron de 80,8 millones de dólares y las ganancias apenas sumaron 3,4 millones de dólares, la tercera parte de 2010. Sin embargo, LinkedIn admite que sus gran crecimiento y su modelo de negocios no están libres de riesgos.

“Estimamos que el ritmo de crecimiento de nuestras ventas declinará”, dice la empresa en su petición para un IPO (inglés), aunque continuará invirtiendo para estar lista en los momentos de nuevo crecimiento. “El número de miembros registrados es más alto que el número de usuarios reales, y una mayoría sustancial de nuestras páginas vistas es generada por una minoría de nuestros miembros (…). Si el número de nuestros miembros actuales no llena nustras expectativas o no logramos incrementar la gama y la frecuencia de nuestros miembros visitantes, entonces nuestro negocio quizás no crecerá tan rápido como esperamos, lo cual afectará nuestros resultados financieros y operativos y puede causar que baje el valor de la acción.

Adicionalmente, la empresa admite que compañías como Facebook, Google y Twitter pueden “desarrollar soluciones rivales o asociarse con terceros para ofrecer dichos productos”.

En otras palabras, en LinkedIn el futuro no está asegurado. Quienes piensen invertir en el IPO deben tener eso en cuenta. Pero aunque es obligación de las empresas ser transparentes con el mercado cuando están o se acercan a la bolsa, cabe abonar la valentía de la compañía para presentar la situación real sin maquillajes.

LinkedIn es el primero de muchos.

A finales del siglo XX, las bolsas del mundo estaban enamoradas de las acciones de los nuevos gigantes de la tecnología. Empresas como Yahoo! pasaban por un momento excepcional y los precios de sus acciones lo reflejaban. La revolución de Internet estaba haciendo que muchas personas se volvieran muy ricas en muy poco tiempo.

Esa historia no tuvo un final feliz, como lo saben los millones de inversionistas (dentro de los cuales estaba mi querida madre) que perdieron fabulosas cifras de dinero en el desplome de la bolsa a principios del siglo XXI. Esa es, sin mayores detalles, la historia del ‘boom’ y el ‘crash’ de las primeras empresas punto-com.

Una década más tarde, a historia se repite, al menos en la parte feliz. Se espera (inglés) que la petición de LinkedIn por una IPO sea la primera de muchas que se vendrán entre 2011 y 2012. En esta ocasión, los oferentes serán empresas como Facebook, Twitter, Skype y Groupon.

Será interesante ver cómo se comportan los inversionistas en esta ocasión. Seguramente más de uno quedó con un mal sabor en la boca después de lo que pasó hace 10 años, pero el éxito de estas empresas es innegable y sus modelos de negocio muy distintos a lo que se veía el siglo pasado (al menos sí existen modelos de negocio). Además, las lecciones de ese ‘crash’ no fueron olvidadas (inglés) por los fundadores y presidentes de esta nueva ola de compañías tecnológicas.

En esta ocasión, las empresas han demostrado tener capacidad para generar ingresos y crecimiento de manera estable, lo cual refleja una mayor responsabilidad empresarial por parte de sus ejecutivos y resulta en una propuesta más convincente y menos arriesgada para los interesados en invertir.

¿Planea usted hacer parte de este nuevo momento de negocios, o quedó curado con el último ‘crash’? Sus comentarios serán muy útiles, para usted si todavía quiere desahogarse, y para los demás lectores como ejemplo de qué deben y no deben hacer.

Luis Iregui V.

Luis Iregui V.

Soy un adicto a la tecnología. Lo acepto y lo celebro. Como buen adicto, tengo toda una historia detrás de mi condición. Comencé con una obsesión por los videojuegos que con los años se transformó en una pasión por todas las cosas relacionadas a la tecnología. Esta manía me ha llevado a mantener mi cuenta bancaria en ceros, siempre a la merced del último gadget, el último juego o el último celular. Intenté satisfacer mi adicción estudiando sistemas en Estados Unidos, pero no quedé convencido y terminé desubicado en Los Andes, graduado como abogado pero frustrado por no tener un futuro tecnológico claro por delante. Para mejorar mi situación, comencé una página dedicada el cubrimiento del mundo de los videojuegos (lapaginadejuegos.com), pero incluso eso no fue suficiente para satisfacer mi apetito digital. Después de muchas vueltas, llego a ENTER.co con el sueño de convertir este sitio en el lugar de referencia para los adictos latinoamericanos como yo, que jamás están satisfechos y viven al borde de sus sillas, pendientes de todo lo que ocurre en el maravilloso mundo de la tecnología.

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