[#TBT] Nostalgia de años atrás: ‘Supercampeones’

Cuando era niño, en los 90, el animé llegó a mi vida gracias a los canales colombianos, que los transmitían en la tarde, justo después del colegio. Me gané unos cuantos regaños por dejar de hacer tareas para poder ver las aventuras de un Gokú niño o de ‘Los Caballeros del Zodiaco’. Sin embargo, una serie que marco mi infancia, sin duda, fue ‘Supercampeones’ (en la adolescencia supe que se llamaba realmente ‘Captain Tsubasa’).

Y ¿cómo no? Era una época en la que el mejor plan del mundo era salir al parque con los amigos, improvisar arcos con dos piedras, dos prendas de vestir o lo que hubiera en el camino, sacar un balón y jugar hasta que la oscuridad de la noche nos impidiera ver el balón o hasta que la mamá del dueño del esférico lo entrara a la casa y nos dejara a todos viendo un chispero.

Ver a un Óliver Átom (Tsubasa Ozora) que amaba el fútbol tanto como nosotros, que se desvivía por ese deporte y nos decía que el balón era nuestro amigo, nos inspiraba a seguir jugando, a esforzarnos, a querer ser mejores en ese deporte. Por eso, quizá, muchos de mis amigos soñaron en algún momento de su vida ser futbolistas profesionales. Yo tomaba el balón, que había obligado a mi amá a comprarme, y me lo llevaba para que me acompañara a cualquier mandado a la tienda, emulando a Átom, que no soltaba la pelota nunca.

Los otros héroes de ‘Supercampeones’

Pero yo no apreciaba tanto a Óliver como a Tom Misaki (Taro Misaki), que me parecía noble y tranquilo, un gran amigo, con una calidad impresionante, pero silenciosa. También admiraba el espíritu de superación, el personaje cómico que era y el sentido de amistad de Bruce Harper (Rio Ishizaki). Pero, incluso más que a ellos, mi máximo ídolo de ‘Supercampeones’ era el invencible Benji Price (Genzo Wakabayashi). Por él comencé en el fútbol tapando, a pesar de mi baja estatura, aunque luego me volví defensa para seguir los pasos de otros ídolos de la vida real, como Paolo Maldini, a sabiendas de que mi habilidad no me daba para ser un 10.

Pero también recuerdo con cariño a muchos de los rivales de Óliver y Niupi. ¿Cómo no recordar a Steve Hyuga (Kojiro Hyuga) y su poderoso, aunque violento, estilo de juego? ¿Cómo olvidar al bueno de Andy Johnson (Jun Misugi), el Caballero de cristal, el único con una calidad de juego similar a la de Óliver, pero con un problema en el corazón que le impidió brillar como debía? ¿Quién no intentó emular las imposibles jugadas de los hermanos Korioto (Kazuo y Masao Tachibana)? ¿Cómo no admirar el impresionante estilo en el arco, que mezclaba artes marciales con fútbol, de Richard Tex Tex (Ken Wakashimazu), el único rival a la altura de Benji?

El ópening decía que ya comenzaban los mejores, aunque extensos, partidos de nuestra infancia

Sin embargo, una de las cosas que más recuerdo de ‘Supercampeones’, y en la que seguramente muchos me apoyarán, es, sin duda, el ópening. El primero, llamado ‘Moete Hero’, fue creado por Hiroyuki Okita, que en Latinoamérica fue nombrado como ‘Arde Héroe’ y lo interpretaba Ricardo Silva. Más que la letra, lo más memorable de esa canción era las primeras notas de guitarra, que empezaban con el pitido del árbitro y que nos hacían saber que empezaba la diversión.

Luego, cuando Óliver y nuestros héroes se volvieron adolescentes, el ópening cambió un poco. La canción era similar, al menos en Latinoamérica, cuyo intérprete seguía siendo Ricardo Silva, aunque en Japón el compositor cambió a Takayuki Takemoto. Las notas eran iguales a las del primer ópening, aunque con imágenes diferentes, que mostraban el uniforme de Niupi con rayas rojas, a diferencia de las azules de la primera versión, más infantil, del equipo.

¿Por qué este #TBT?

‘Captain Tsubasa’ fue un manga creado, escrito e ilustrado por Yoichi Takahashi en 1981, que en Japón se convirtió en animé en 1983, con un gran éxito internacional. El manga original duró hasta 1988 y el animé se emitió en el país asiático hasta 1986. Luego tuvo varias versiones más. Una de ellas salió para el Mundial de Corea y Japón en 2002. El manga de esa versión se comenzó a publicar en 2001, con 15 volúmenes que duraron hasta 2004, llamada ‘Captain Tsubasa – Road to 2002’, que se convirtió en un animé que fue emitido entre 2001 y 2002 con el mismo nombre, de 52 capítulos y cuyo ópening, ‘Dragon Screamer’, fue interpretado para Latinoamérica también por Ricardo Silva.

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Esa versión contaba las aventuras de Óliver después del Mundial Juvenil, en el que representó a Japón junto a sus amigos y rivales, para luego ser fichado por el Barcelona (llamado Catalunya), proveniente del Brancos (Sao Paulo) de Brasil. También contaba las aventuras de Benji en Alemania, de Tom en Francia y de Steve Hyuga en la Juventus de Turín, en Italia, (equipo al que llamaban Piamonte).

La serie finaliza con el primer partido del Mundial de mayores, entre la Japón liderada por Óliver y compuesta por todos los jugadores que conocimos en la infancia y un talentoso nuevo personaje llamado Aoi Shingo, (que fue presentado por primera vez en esta versión,) que se enfrentaba a una Brasil plagada de estrellas como Rivaul (evidente homenaje al gran Rivaldo) y al que llamaban El hijo del dios del fútbol’, Carlos Santana.

Esta versión de ‘Supercampeones’ estará en Netflix a partir de este martes 28 de marzo, para que todos recordemos nuestra infancia. Aunque seguramente apreciaríamos que en el servicio de streaming, más que esta versión, estuviera la original que vimos en los 90 y que tantos lindos recuerdo nos trae. Sin embargo, es bonito recordar nuestra infancia, aunque sea con esta versión un poco más moderna. Ahora solo resta decir: «¡Niupi, Niupi ganará! ¡Urra, urra, ra, ra, rá!».

Imágenes: Imdb.

Fernando Mejía

Fernando Mejía

Quise ser músico, cineasta, astronauta, científico y poeta, cuando supe que solo me alcanzaba para la última, me hice periodista en el Externado para al menos escribir de todo eso y no defraudar al niño que fui.

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