Máquinas que ‘se alimentan’, crecen, mueren y se descomponen

Puede que los desarrollos tecnológicos nos asusten en algunas ocasiones; en otras, simplemente nos sorprenden. Lo cierto es que una de las metas es que las máquinas parezcan cada vez más humanas o naturales. Por ejemplo, tenemos a los asistentes de voz; a Sofía, la humanoide; simuladores de bebés que reproducen los 10 primeros minutos de vida de los pequeños con fines educativos; inclusive, abejas robots para controlar a las colonias

El siguiente paso son las máquina que se mueven por cuenta propia, se alimentan –consumen de algún tipo de energía–, crecen, cambian y eventualmente mueren y se descomponen. Así lo afirman científicos de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, que crearon un material con estas características.

Máquinas creadas con metabolismo artificial que imita las funciones de los seres vivos

Máquinas

Los investigadores crearon máquinas con biomaterial a partir de una tecnología llamada ‘ensamblajes y síntesis de jerarquías basadas en ADN’ (Dash, por sus siglas en inglés). «Estamos presentando un nuevo material, que parece que está vivo y crea su propia energía a través de su propio metabolismo artificial», le aseguró el profesor Dan Luo al periódico universitario de Cornell.

Sin embargo, Luo resaltó que de ningún modo este es una forma de vida, no es un microorganismo. Afirmó que es un material completamente sintético.

Este material con metabolismo artificial funciona de manera similar a como crecen las células y tejidos. Esto quiere decir que se alimentan –o sea, consumen algún tipo de energía–, crecen o cambian (desechando moléculas muertas y creando nuevas) y finalmente mueren y se descomponen.

En el video compartido por los investigadores, podemos ver como el material crece y cambia, a la vez que desecha material muerto. «El diseño aún es primitivo, pero abre las puertas para crear máquinas dinámicas creadas a partir de biomoléculas», aseguró Shogo Hamada, coautor de la investigación.

Los investigadores, incluso, aseguraron que pusieron a competir a dos metabolismos artificiales y como resultado uno consumió al otro y llegó a la meta establecida de crecimiento.

Imagen: PhoniamalPhoto (Vía iStock).

Diana Arias

Diana Arias

Soy comunicadora social de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en Producción multimedia y Periodismo, y Lingüista de la Universidad Nacional. Actualmente, estoy haciendo la especialización en economía de la Javeriana.

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