Aunque no sea ‘Terminator’ o ‘The Walking Dead’, lo cierto es que nos pondremos apocalípticos, porque la cosa está así de seria y así de catastrófica. El cambio climático existe, es real, y puede causar que todo se ponga realmente feo mucho antes de lo que esperábamos.
Este lunes, el Panel intergubernamental de expertos sobre cambio climático (IPCC por sus siglas en inglés: Intergovernmental Panel on Climate Change) presentó un informe hecho por 91 científicos de 40 países distintos. Ellos analizaron más de 6.000 estudios previos y concluyeron que, de seguir el ritmo actual de emisión de gases de efecto invernadero, para 2040 la Tierra se calentará 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Anteriormente, el umbral que habían propuesto los científicos para los efectos más graves del cambio climático estaba en 2 grados, pero ahora la cosa es más grave y ese límite se ve más cercano. Y los gobiernos deben actuar cuanto antes, transformando la economía global en los próximos años.
Ya pueden salir con sus carteles de ‘el fin está cerca’
Cuando se habla de “los efectos más graves del cambio climático” no es solo que haya más calor y terminemos en una Tierra tropical, sino que dentro de 22 años tendremos que presenciar la destrucción de ecosistemas y la extinción de especies. También experimentaremos la inundación de las costas, mayores desastres naturales, disminución de los arrecifes de coral, hambrunas, sequías, pobreza y movimientos migratorios masivos.
Los expertos creen que técnicamente, según las leyes de la física y la química, es posible evitar esos 1,5 grados catastróficos de calentamiento de la atmósfera terrestre. Mantener ese límite puede dar un mayor margen para que las personas y los ecosistemas se adapten y permanezcan por debajo de los niveles de riesgo.
Sin embargo, para ello se requieren cambios drásticos y nunca antes vistos. Se necesitarían transiciones «rápidas y de gran alcance» en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades.
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Es necesario que las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano disminuyan en 2030 alrededor de 45% respecto de los niveles de 2010. Luego, deben seguir disminuyendo hasta alcanzar el «cero neto» para 2050.
«La buena noticia es que algunos tipos de medidas que se necesitarían para limitar el
calentamiento global a 1,5 °C ya se están llevando a cabo en todo el mundo, pero sería
necesario acelerarlas», afirmó Valerie Masson-Delmotte, Copresidenta del Grupo de trabajo I, citado en un comunicado sobre el informe.
La ciencia dice que sí, la política dice que no
Sin embargo, aunque las posibilidades científicas son reales, las políticas lo hacen improbable. Por ejemplo, en Estados Unidos, que es la economía más grande del mundo y el segundo emisor de gases de efecto invernadero, luego de China, el presidente Trump prometió que aumentará la quema de carbón, pretende retirarse del acuerdo de París y se burla constantemente de la ciencia de cambio climático, como destaca The New York Times.
En Brasil, los ciudadanos votaron mayoritariamente por Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales del pasado domingo y, aunque no alcanzó el umbral de 50% y deberá enfrentarse en segunda vuelta a Fernando Haddad el próximo 28 de octubre, todo apunta a que será el próximo mandatario brasileño. Bolssonaro también planea retirarse del acuerdo de París.
O sea, en resumen, solo nos vamos a dar cuenta de que nuestro hogar está destruido cuando sea irremediable, cuando el dinero no importe y no nos quede otra cosa para hacer excepto arrepentirnos por haber elegido a personajes ciegos y egoístas para comandar nuestros países… aunque no en todos, y eso hace que todavía podamos guardar alguna esperanza de no llegar al Apocalípsis.
Imágenes: TheDigitalArtist, PublicDomainPictures y Chris_LeBoutillier (vía: Pixabay)
