Estados Unidos notificará a más de 100 países, incluida Colombia, sobre la imposición de nuevos aranceles a partir del 1 de agosto de 2025, como parte de una política comercial recíproca anunciada por el secretario de Comercio, Howard Lutnick. El objetivo es presionar para cerrar acuerdos bilaterales antes de esa fecha.
El gobierno estadounidense justifica la medida como respuesta al mantenimiento de aranceles que afectan exportaciones clave desde su territorio. De no alcanzarse un acuerdo, Colombia enfrentaría una base arancelaria mínima del 10 %, aplicable a la mayoría de sus productos, con posibilidad de ajustes según lo determine la administración Trump.
La cumbre BRICS y el rechazo al unilateralismo comercial
La imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos coincide con el aumento de tensiones comerciales tras la cumbre del bloque, celebrada en Río de Janeiro los días 6 y 7 de julio de 2025. En el encuentro, los países miembros —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— junto con los nuevos integrantes Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, emitieron una declaración conjunta rechazando el uso de aranceles como herramienta de presión geopolítica.
Además de ese pronunciamiento, el bloque insistió en la necesidad de reformar instituciones multilaterales como la ONU, el FMI y la OMC, argumentando que no reflejan adecuadamente el peso de las economías emergentes. El BRICS tiene como objetivo estratégico promover un orden económico internacional más equilibrado, reducir la dependencia del dólar en el comercio global y consolidar la cooperación Sur-Sur como una alternativa a las estructuras dominadas por potencias occidentales.
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En reacción a estos posicionamientos, la administración de Donald Trump anunció un arancel adicional del 10 % a los países que, según su criterio, respalden las “políticas antiestadounidenses” promovidas por el BRICS. Esta medida forma parte de una estrategia de presión comercial que busca contener el fortalecimiento del bloque y desalentar nuevas alianzas que puedan desafiar el liderazgo económico y geopolítico de Estados Unidos.
Colombia ante el nuevo escenario comercial
El gobierno colombiano, a través de su embajador en Washington, Daniel García‑Peña, confirmó que la carta enviada por el presidente Gustavo Petro al mandatario estadounidense fue tramitada formalmente. La Cancillería indicó que se mantiene el diálogo, aunque no hay avances concretos en la negociación.
Organismos internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), han expresado en distintas ocasiones su preocupación por el uso de medidas comerciales unilaterales. Los BRICS, por su parte, advirtieron que este tipo de acciones podría prolongar la debilidad económica global y generar distorsiones en el comercio internacional.
El escenario plantea una presión significativa para países en desarrollo como Colombia, cuya economía depende en buena parte del acceso preferencial a mercados como el estadounidense. En 2024, más del 25 % de las exportaciones colombianas tuvieron como destino Estados Unidos, según datos oficiales del DANE y el Departamento de Comercio de EE. UU.
Si bien el gobierno colombiano no ha confirmado una postura oficial frente a la nueva política arancelaria, sectores empresariales han advertido sobre el posible impacto en bienes como flores, café y productos industriales. Analistas recomiendan una estrategia diplomática clara para evitar un deterioro comercial que podría tener efectos en empleo e inversión extranjera.
Imagen: Generada con IA / ChatGPT