Microsoft ha anunciado oficialmente que la versión 23H2 de Windows 11 dejará de recibir soporte el 11 de noviembre de 2025. Desde ese día, los equipos con esta edición quedarán sin actualizaciones de seguridad, parches ni mejoras de rendimiento, lo que los hará más vulnerables ante errores y ataques informáticos.
El sistema seguirá funcionando, aunque sin la protección y estabilidad que ofrecen las versiones activas. Este cambio forma parte del calendario habitual de la compañía, que garantiza 24 meses de mantenimiento para uso personal y 36 meses para empresas y centros educativos, cuyo soporte se extenderá hasta noviembre de 2026.
Durante los últimos meses, Microsoft ha emitido avisos a través de Windows Update para advertir sobre el fin del soporte, aunque muchos usuarios aún no han actualizado. La compañía recomienda hacerlo cuanto antes para mantener la seguridad y estabilidad del sistema.
Cómo actualizar a las versiones más recientes de Windows 11
La opción más recomendable es instalar Windows 11 24H2 o 25H2, versiones ya disponibles desde Windows Update. La instalación puede realizarse directamente, sin reinstalar el sistema ni modificar el hardware. El proceso es automático y se completa en pocos minutos.
Actualizar no solo protege frente a amenazas, sino que también permite acceder a mejoras de rendimiento, compatibilidad y seguridad, además de integrar herramientas basadas en inteligencia artificial, como Copilot. Mantener el sistema al día asegura el buen funcionamiento de controladores, periféricos y aplicaciones.
No hacerlo implica asumir riesgos. Un sistema sin soporte se convierte en blanco fácil para el malware, el ransomware y otros ataques que aprovechan vulnerabilidades no corregidas. Con el tiempo, los programas y servicios dejarán de ser compatibles y el rendimiento del equipo puede verse afectado.
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Un ciclo de soporte más corto, pero más seguro
Microsoft ha adoptado un modelo de actualizaciones más frecuentes para mantener Windows 11 seguro y actualizado. Cada versión tiene una vida útil de dos años para uso personal y tres para empresas. Este enfoque reduce la cantidad de sistemas desfasados y permite aplicar mejoras constantes sin depender de grandes saltos de versión.
Aunque algunos usuarios todavía muestran desconfianza hacia las actualizaciones, la compañía insiste en que son una parte esencial del mantenimiento del sistema. Con la tecnología tan integrada en la vida diaria, no actualizar significa quedar expuesto a fallos que pueden afectar la privacidad y el rendimiento.
El 11 de noviembre de 2025 marcará el final del ciclo de Windows 11 23H2. A partir de entonces, la seguridad dependerá de la decisión de cada usuario. Con versiones estables y compatibles ya disponibles, Microsoft ha cumplido su parte. Mantener los equipos protegidos depende ahora de quienes los usan.
Imagen: Generada con IA / ChatGPT
					
		
            	                
            	                
            	                