El Huawei HM740 no es una computadora pensada para agradar a todo el mundo, y ese es justamente su mayor punto a favor. En lugar de seguir la ruta conocida de los portátiles con Windows o de intentar replicar el aura aspiracional de los MacBook, Huawei decidió construir una máquina con reglas propias, empezando por el sistema operativo y terminando en la forma en que entiende la productividad.
Este equipo, que corre la edición profesional de HarmonyOS, no busca reemplazar al portátil tradicional, sino ofrecer una alternativa clara para usuarios que priorizan estabilidad, control del entorno, autonomía y una integración profunda entre hardware y software. En ese sentido, el HM740 se siente menos como un “laptop más” y más como una pieza dentro de un ecosistema cerrado, diseñado para trabajar de forma continua y sin fricciones.
Desde el diseño, el mensaje es claro. Con 1,32 kilos de peso, 14,5 mm de grosor y un chasis sobrio en gris espacial, el HM740 apuesta por la portabilidad real, no por la estética exagerada. No hay formas agresivas ni guiños al consumo masivo: es un equipo pensado para llevarse todos los días, abrirlo, trabajar y cerrarlo sin llamar la atención.
La pantalla es uno de sus puntos más sólidos. El panel OLED de 14,2 pulgadas, con resolución 2880 × 1920, relación 3:2 y un aprovechamiento frontal del 91 %, está claramente orientado al trabajo prolongado. No es una pantalla pensada para deslumbrar en una tienda, sino para leer, escribir, diseñar y analizar durante horas. La fidelidad de color —con DeltaE promedio menor a 1, cobertura 100 % sRGB y espacio P3— lo convierte en una herramienta confiable para tareas donde el color importa, sin necesidad de calibraciones externas constantes.
Donde realmente se diferencia
La verdadera ruptura del HM740 no está en el hardware, sino en el software. HarmonyOS en una computadora cambia por completo la lógica de uso. No se trata de adaptar un sistema móvil a una pantalla grande, sino de construir una experiencia de escritorio con control total del entorno. El resultado es un sistema más cerrado, sí, pero también más predecible, más seguro y mejor optimizado para el hardware específico del equipo.
Esta decisión explica varias de sus elecciones técnicas. El procesador Huawei X90, disponible en versiones de 8 y 10 núcleos, no compite en cifras brutas contra los chips más potentes del mercado, pero está pensado para ofrecer eficiencia sostenida, bajo consumo energético y estabilidad térmica. Es una filosofía que se refuerza con la batería de 70 Wh, suficiente para jornadas completas de trabajo sin depender del cargador, algo que en la práctica pesa más que cualquier benchmark.
La conectividad también habla de un enfoque profesional. Wi-Fi 7, Bluetooth 6.0, puerto Ethernet dedicado, HDMI 2.1, múltiples USB-A y USB-C, y compatibilidad con DisplayPort convierten al HM740 en un equipo preparado para oficinas, escritorios híbridos y entornos corporativos donde los adaptadores sobran y el tiempo escasea.
Hay detalles que no pasan desapercibidos: el interruptor físico de súper privacidad, el lector de huella en el botón de encendido, el teclado retroiluminado de tamaño completo y un panel táctil preciso, sin gestos innecesarios. Son decisiones que priorizan el control y la confianza del usuario sobre el espectáculo.
Ahora bien, esta apuesta tiene un costo. HarmonyOS sigue siendo un ecosistema joven en computadoras, y su adopción depende de aplicaciones optimizadas y de usuarios dispuestos a salir del confort de Windows o macOS. No es un equipo para quien necesita software muy específico o flujos de trabajo atados a plataformas tradicionales.
¿Puede llegar a América Latina y a qué precio?
Por ahora, el HM740 está claramente enfocado en el mercado chino y en clientes empresariales. Si Huawei decide traerlo a América Latina, lo más probable es que lo haga primero a través de canales corporativos, educación o sector público, antes que al consumidor final.
En cuanto al precio, no hay cifras oficiales, pero por sus características —pantalla OLED avanzada, hasta 32 GB de RAM, 1 TB de almacenamiento, conectividad de última generación y sistema operativo propio— es razonable pensar en un rango alto, posiblemente por encima de muchos portátiles profesionales con Windows, aunque aún por debajo de los modelos más costosos de Apple.
El Huawei HM740 no intenta convencer a todos. Su objetivo es otro: demostrar que Huawei ya no depende de terceros para construir una computadora completa, desde el silicio hasta el sistema operativo. Es una jugada arriesgada, pero también una de las más coherentes que ha hecho la compañía en los últimos años. Si logra cruzar las fronteras de China, no llegará como una promesa, sino como una declaración de independencia tecnológica.

