App para certificar digitalmente su correo y archivos

Adalid evLab

Adalid evLab

Andrés Guzmán Caballero, presidente de la empresa Adalid, comienza su presentación sobre la aplicación evLab con una pregunta: ¿quiere que le muestre cuán fácil es falsear un correo electrónico? Luego ingresa desde un PC, usando un navegador común, a un sitio web ubicado en un país de Europa oriental. Allí escribe un mensaje con nuestra dirección de correo corporativo como remitente, incluyendo la terminación @enter.co, y se lo manda a sí mismo, con un texto que le sugerimos en broma: “Señor Guzmán, este mes estamos regalando todos los avisos de publicidad en la revista ENTER”.

Luego nos muestra el correo que recibió, y ya no nos parece gracioso. Es idéntico a un correo normal, y tiene nuestra dirección exacta en el encabezado. Es como si en verdad lo hubiéramos enviado desde la revista. Todo el proceso le tomó un par de minutos.

Guzmán nos explica que incluso si quien lo recibe tuviera alguna razón para desconfiar y supiera cómo revisar los detalles del encabezado del mensaje, igual podría ser engañado, ya que el sitio web que usó, que es gratuito, permite introducir en los detalles del mensaje datos falsos como una dirección IP específica desde donde supuestamente se envió el mensaje; incluso se puede programar el correo para que, cuando la persona lo responda, llegue a alguna dirección en particular (no a la del supuesto remitente) o se le puede cambiar la fecha para que entre al buzón de la persona en una fecha y hora diferentes de las reales.

Guzmán dice que el problema es que “el correo electrónico no es un sistema seguro. Y no lo es porque no fue diseñado bajo parámetros de seguridad, sino de agilidad”. Pero lo mismo sucede con otros tipos de contenidos: ¿cómo se puede saber que una foto no fue retocada o que en verdad se tomó en un lugar y hora específicas?, ¿cómo sabe uno que un archivo que se envía no ha sido modificado por el camino?, ¿cómo puedo garantizar que un documento no ha cambiado frente al original?

Pensando en ese tipo de necesidades, Adalid creó en alianza con una empresa española la aplicación evLab. Más que una app, en realidad es una plataforma de certificación digital que se puede usar desde el computador, o también desde un celular a través de una app. Uno de sus mayores atractivos es la facilidad de uso. “La diseñamos para usuarios comunes y corrientes, no para ingenieros”, dice Guzmán.

Lo que hace evLab es certificar digitalmente la validez de diferentes tipos de contenidos. En el caso del correo, por ejemplo, se puede certificar que el remitente efectivamente ha enviado un mensaje, que ha sido recibido al otro lado, que se ha abierto y que no ha sido alterado.

Suponga que envía un correo electrónico con una petición a una entidad pública, una factura a un cliente, un contrato o un acuerdo comercial. evLab certifica que usted lo envió, que el destinatario lo recibió y lo abrió, y que el correo no se ha alterado”, dice Guzmán.

Para certificar un correo, el usuario simplemente debe mandar el mensaje con copia a su cuenta en evLab; eso es todo. No hay que instalar nada en el computador, ni realizar procesos engorrosos como con otros sistemas de certificación. El cliente solo debe estar suscrito a uno de los planes de evLab.

Los certificados que ofrece evLab son una prueba infalible en cualquier tipo de proceso.

Este tipo de certificaciones son muy costosas, dice Guzmán. Explica que certificar con toda validez jurídica un correo electrónico por medio de un experto puede costar cerca de 350 dólares más IVA, y no es un proceso inmediato. Con evLab puede costar 400 pesos y toma solo unos segundos, dice. evLab se ofrece en Colombia con varios planes, que arrancan en 105 mil pesos mensuales para tres usuarios, con 250 certificaciones y 1 GB de capacidad de almacenamiento.

En los smartphones se debe instalar una app (para iOS o Android), pero el proceso es igualmente sencillo. Por ejemplo, si una persona tiene un accidente de tránsito, solo abre la aplicación y toma la foto desde allí. Inmediatamente, evLab certifica digitalmente la foto, y la sube a servidores de Amazon en donde esa imagen se guarda encriptada hasta por cinco años. “Adalid no ve ninguno de los datos; todo se guarda encriptado”.

En el caso de las fotos, evLab certifica cosas como: el lugar exacto en donde se tomó la imagen (esto se hace a través del GPS del teléfono), la fecha y la hora, que la imagen no ha sido editada o retocada y quién capturó la imagen (la app toma automáticamente una segunda foto con la cámara frontal para que el autor también quede en el registro).

evLab también puede certificar sitios web, o sesiones de navegación, y cualquier tipo de archivo digital que una empresa o persona tenga en su computador o teléfono.

Guzmán dice que evLab se basa en la norma ISO 27037, que es lo máximo en materia forense a nivel mundial, y está acorde con la Ley 527, que es la normatividad colombiana sobre el tema. “Todos los certificados están hechos por certificadoras colombianas válidas, o sea que le damos toda la validez jurídica a cualquier tipo de relación”.

Los certificados que ofrece evLab son una prueba infalible en cualquier tipo de proceso, ya que tienen toda la validez jurídica ante las leyes colombianas”, dice Guzmán, quien habla con vehemencia sobre las potenciales aplicaciones de esta plataforma: “Esta aplicación es la herramienta perfecta para combatir la corrupción”, dice este abogado, el único experto colombiano certificado por la Unión Europea en manejo de crimen informático y evidencias digitales.

Explica que se podría usar en diversos tipos de empresas y sectores. Por ejemplo, evLab puede certificar que unos vendedores realizaron las visitas con las que se comprometieron (a través de una foto); que un pedido de productos llegó y está completo; el estado de una obra en una fecha específica; que un tubo se rompió en una vivienda en una fecha en la una póliza tenía vigencia; que una empresa emitió una orden para un pedido por el que no ha pagado; que un empleado que fue despedido cometió errores que están registrados en archivos o correos; que una cuenta en redes sociales cometió un acto de matoneo; que un sitio web tenía un aviso con una oferta en un día y hora específicos; etc. “evLab le da una garantía enorme a cosas que antes no la tenían porque no existía la forma de hacerlo”, explica Guzmán.

Adalid, que recientemente inauguró en Bogotá el laboratorio forense privado más grande de América Latina, dedicó tres años al diseño y desarrollo de evLab, que no solo se ofrece en Colombia sino en varios continentes. El aliado español de Adalid la distribuye en Europa y Asia, mientras que Adalid la ofrece en toda América, incluyendo Estados Unidos.

Javier Méndez

Javier Méndez

A mediados de los años 80 tuve un paso fugaz por la facultad de ingeniería de sistemas de la Universidad de los Andes, pero me tomó pocos meses descubrir que escribir código era mucho menos apasionante que escribir artículos. Desde entonces pienso que la tecnología es más divertida cuando se la disfruta desde afuera que cuando se la sufre desde adentro. Y aunque mis primeros pasos en el periodismo los di en la sección deportiva de El Tiempo, era cuestión de tiempo para que aterrizara en el mundo de la tecnología. Llevo 30 años escribiendo sobre tecnología, primero en El Tiempo, y ahora en la revista ENTER y EmpresarioTek.co. Puede seguirme en Twitter en @javiermendezz

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1 comment

  • ya que se la pasan publicando leyes y demás.. podrían indicar la resolución que avala a esa empresa como una entidad certificadora? y que sus certificados tienen alguna validez durante un juicio, porque así fue establecido oficialmente? de resto simplemente se exponen a lo que les venga, porque es como si alguien saliera anunciando en televisión el súper-producto para bajar de peso, y el argumento es ‘porque yo lo digo, y yo soy el súper-gurú de la pérdidad de peso’, y no porque exista une studio que se haya presentado oficialmente para un aval ante la entidad que otrorga los permisos de venta de esos productos

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