Mac y Windows, un matrimonio por conveniencia

Por JAVIER MÉNDEZ
Editor de Tecnología de EL TIEMPO

El muro que separaba desde hace 22 años a los habitantes de los dos principales reinos de la computación personal, Mac y Windows, se derrumbó el 5 de abril. Ese día, Apple lanzó un programa gratuito ¿Boot Camp¿ que permite instalar Windows XP en los Macintosh nuevos. Aunque es muy temprano para saber cómo se reflejará esto en el mercado, la medida al parecer favorece a todas las partes.

El mundo de los PC estaba dividido en dos territorios desde enero de 1984, cuando Apple lanzó el computador Macintosh. En un lado quedaron aislados los usuarios del Mac, que hoy representa menos del 3 por ciento de los PC, y en el otro bando se situaron las personas que emplean Windows, el sistema que está presente en casi el 95 por ciento de los computadores personales.

Pero esa barrera comenzó a agrietarse en junio del 2005, cuando Apple anunció que usaría en sus computadores los procesadores Intel (los mismos que se emplean en los PC basados en Windows).

Los primeros Mac con chips Intel salieron en enero del 2006, pero Windows no se pudo instalar en ellos hasta este mes, cuando Apple lanzó Boot Camp; algunos ¿hackers¿ ya lo habían logrado, pero con técnicas difíciles de usar por un usuario común.

Por el contrario, Boot Camp permite instalar Windows XP de manera sencilla. El proceso, que toma cerca de una hora, hace que Windows XP y el Mac OS X queden en zonas separadas del disco duro (particiones) y que funcionen como dos sistemas completamente independientes.

En la práctica, eso equivale a tener dos computadores en uno. Cada vez que enciendan su Mac, los usuarios podrán elegir a qué sistema quieren entrar: Windows XP o Mac OS X. Y para cambiar de uno a otro deberán reiniciar su computador.

Boot Camp se puede bajar del sitio web de Apple (www.apple.com/macosx/bootcamp) y se incluirá en la siguiente versión del Mac OS X, llamada Leopard, que saldrá a finales del 2006 o comienzos del 2007.

Puertas abiertas

Con la medida de Apple gana todo el mundo; en primer lugar los usuarios de Macintosh, quienes aman con fervor religioso sus computadores y la sencillez del Mac OS, pero que están sitiados en un mundo dominado ampliamente por Windows.

Es común que ellos deban usar Windows en su empresa y que en su hogar tengan un Mac en el que no pueden emplear los mismos programas de la oficina. Por otro lado, hay mucho más software para Windows que para Mac, y ahora tendrán acceso a esos productos, entre los que se cuentan bastantes juegos.

Hay que aclarar que hace años existen programas que permiten ejecutar Windows en los Mac, pero representaban una opción poco atractiva porque este método ¿llamado emulación¿ hace que Windows funcione muy lento en esos computadores. Con Boot Camp, Windows trabaja en los Mac de forma nativa; es decir, tal como si estuviera instalado en un PC de HP, Dell o cualquiera de los fabricantes del bando Windows.

Los usuarios de Windows también se benefician. Apple fabrica los PC más atractivos que existen, con diseños y cualidades con las que los seguidores de Windows hasta ahora solo podíamos soñar. Aunque son un poco más costosos, no me cabe duda de que muchos optarán por esos equipos ahora que no se debe perder la ciudadanía Windows para pasarse a un Mac.

La ¿apertura¿ favorece igualmente a Apple porque puede aspirar a expandirse en un mercado enorme. Según la firma IDC, Apple tiene el 2,3 por ciento del mercado mundial de PC, pero hay analistas que creen que esa participación podría subir a 6 o 7 por ciento en los próximos años al aceptar Windows en sus equipos. Ahora se le ve tal potencial a Apple que el precio de su acción, que había estado cayendo en el 2006, subió más de 15 por ciento en los dos días posteriores al anuncio.

Finalmente, Microsoft tampoco tiene queja, porque ahora podrá vender más copias de Windows. De hecho, esa es quizás una de las pocas cosas negativas del anuncio: Apple no dará soporte técnico a Windows y no venderá sus computadores con ese sistema preinstalado, así que por ahora las personas que quieran usar Windows XP en el Mac tendrán que comprarlo aparte.
 

 

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