La incultura del celular

La verdad, no entiendo al tipo de chaqueta gris y pantalón negro que estaba esa noche en el restaurante. El ambiente del sitio era ideal para una velada romántica y la mujer que lo acompañaba nos robaba miradas incluso a quienes también estábamos acompañados por mujeres no menos atractivas. Sin embargo, él prefirió dedicarle la cena a su teléfono celular.

Más de cuarenta minutos ¿por reloj¿ duró el monólogo del sujeto con su aparato, mientras la muchacha masticaba un diálogo con el plato. Yo me habría parado de la mesa a los 15 minutos, pero como el amor no solamente es ciego, sino que a veces también es mudo y tonto, ella se dedicó a contemplarlo mientras él la ignoraba por completo. Qué desperdicio¿

Siempre me han causado indignación aquellos sujetos (y sujetas) con personalidad de ring tone que paulatinamente se han convertido en una extensión de su teléfono celular, y que no respetan las normas mínimas de convivencia relacionadas con el uso de ese aparato.

Algunos de ellos, incluso, me han propinado sustos tremendos cuando los escucho decirles a sus esposas: ¿Ve saliendo al aeropuerto, que ya estamos aterrizando¿. ¡Por favor! ¿Acaso creen que la prohibición de usar el teléfono en pleno vuelo es por tomar del pelo? Ni siquiera tienen la delicadeza de pedirle a su interlocutora que asista al terminal aéreo con un equipo de rescate, en caso de que el avión se estrelle por su culpa.

El teléfono celular es uno de los inventos más útiles de nuestro tiempo. Antes, una varada bajo la lluvia significaba cultivar una pulmonía hasta el teléfono público más cercano para llamar a la grúa o al mecánico, si se contaba con la suerte de que el aparato estuviera bueno¿ Hoy ¿salvo que sea viernes por la noche y todos los operadores tengan las redes copadas¿ se puede llamar desde el mismo carro.

Ese es uno de los escenarios en que el celular es una bendición¿ Lo que la gente ignora sistemáticamente es que hay sitios y ocasiones en las que el celular está prohibido. No contraindicado ni en un estatus de ¿uso no recomendado¿. Está PROHIBIDO.

Está prohibido en cine y espectáculos públicos en vivo, como conciertos, representaciones teatrales, óperas, operetas y zarzuelas. Incluso en la sesión solemne del kinder de su hijo.

Está prohibido en los hospitales e instituciones similares, en las que ni siquiera se puede pitar en un rango de un par de cuadras a la redonda. Mucho menos, timbrar dentro de sus instalaciones.

Está prohibido en los aviones, no solo cuando están en vuelo, sino desde el momento en que se cierra la puerta y hasta que se vuelve a abrir en el puerto de destino.

Está prohibido hablar por celular en el carro, mientras conduce. Un estudio reciente realizado en el Reino Unido afirma que incluso cuando se utilizan dispositivos manos libres, se pierde concentración para manejar y aumenta el riesgo de accidente.

No se puede hablar por celular en las oficinas de entidades financieras. Hace poco vi una persona que perdió el turno en la cola cinco veces por salir del banco a contestar el teléfono¿ aunque todavía me pregunto si no hubiera sido más inteligente apagarlo, valoro el hecho de que hubiera respetado la norma.

El teléfono celular no sirve para hablar con el Padre Eterno, por lo que su uso tampoco está permitido en cultos religiosos¿ por favor, nada de ¿Y Jesús dijo a sus apóstoles¿ ¿¿Aló, con quién hablo?¿, en plena misa. Tampoco en aulas de clase, conferencias y exposiciones¿ Recuerden que estos son ¿templos del saber¿.

En algunos casos ni siquiera hay una prohibición explícita. Se trata de simple sentido común¿ Cuando entre a una reunión, por ejemplo, no ponga el celular encima de la mesa. Es una manera poco elegante de decirles a los demás asistentes que usted va a estar más pendiente de su teléfono que de ellos.

En estos casos, si está esperando una llamada importante, avise antes de comenzar la junta; baje el volumen del timbre o ponga el aparato en modo de vibración (actualmente casi todos tienen esta opción) para no interrumpir a quien está hablando. Por supuesto, retírese antes de contestar o baje la voz si no alcanza a salir del recinto.

Apague su celular cuando esté donde el médico, dentista o psicólogo¿ incluso cuando visite al parapsicólogo, porque qué pereza recibir una llamada cuando le estén leyendo las cartas¿

Y aunque no esté prohibido hablar por celular en un restaurante, apáguelo así su acompañante no logre robarnos miradas incluso a quienes vamos acompañados por otra mujer, quizás más atractiva. Ella merece respeto. Al menos, merece un tipo que no se dedique 40 minutos a ignorarla mientras habla por teléfono.

Apague su celular¿ es fácil¿ solo basta presionar un botón¿ usted puede¿ usted es más fuerte¿

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