Disqueras felices: vendieron el sofá

Por JAVIER MÉNDEZ
Editor de Tecnología de EL TIEMPO

El 27 de junio, las grandes casas disqueras celebraron emocionadas un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que hace responsables de la piratería de música a las redes de intercambio de archivos como Grokster y Morpheus. Aunque es cierto que representa un éxito legal, el hecho de que lo vean como un gran paso para reducir la piratería resalta la miopía de esas compañías. Las disqueras son las únicas que no se han dado cuenta de que derrotar por la vía legal estas redes es una acción tan irrisoria como la del ¿cornudo¿ que vende el sofá en el que su esposa le es infiel.

La gente no solo piratea música porque Internet lo permite. También lo hace porque ya no está dispuesta a pagar por un CD los mismos precios de antes, porque no quiere volver a comprar un álbum lleno de canciones mediocres para obtener la única tonada en la que el artista se inspiró y porque la Red ofrece un surtido ilimitado de canciones y servicio las 24 horas del día.

Eso significa que las disqueras perdieron la batalla hace rato, solo que no quieren aceptarlo. Añoran tanto el leonino negocio de antes que les cuesta admitir que la venta de música cambió para siempre. Y por no adaptarse a los cambios que trajo la tecnología, otros se están quedando con su negocio: Apple, RealNetworks, Yahoo y otras firmas dueñas de tiendas en línea legales y exitosas.
El rasgo distintivo de esas compañías es que ninguna proviene de la industria de la música, sino del mundo de la tecnología. Además, esas empresas actuaron como las disqueras debieron haberlo hecho: les dieron a los usuarios exactamente lo que querían.

Por ejemplo, en la tienda iTunes Music Store, de Apple, una persona puede comprar canciones sueltas a 99 centavos de dólar cada una. Y Apple no se quedó allí: como la gente hoy no solo escucha la música en el equipo de sonido, sino en reproductores portátiles (como el iPod) y computadores, esa tienda permite pasar las canciones a esos dispositivos o ¿quemarlas¿ en CD.

Era apenas lógico que se ofrecieran esas opciones. Es lo que quieren los aficionados a la música en la era de Internet. Pero a la industria tradicional, vieja y golosa, no le gustaba el modelo, y por eso ninguna de las tiendas exitosas es suya. Las disqueras siguen recibiendo dinero, pues venden derechos a Apple y las demás firmas, pero no controlan el negocio de la distribución directa por Internet, que podría haber sido suyo.

Las disqueras se han preocupado más por atacar el problema demandando a las empresas que crean software de intercambio de archivos (así lograron cerrar Napster a mediados del 2001) e iniciando acciones legales contra la gente que baja música pirata (han demandado a 12.000 personas desde septiembre del 2003).

Por eso, son firmas como Apple las que realmente ganaron con el fallo. La Corte Suprema de E.U. determinó que Grokster y StreamCast (creadora de Morpheus) pueden ser responsables del uso ilegal que los usuarios le den al software de intercambio de archivos. Esto abre las puertas para que las disqueras y los estudios de cine demanden a los dueños de redes como Grokster, Morpheus, Kazaa y otras, que hasta ahora habían recibido fallos favorables.

Algunos analistas dicen que la principal consecuencia del hecho podría ser el despegue de la venta legal de música por Internet. Es curioso que lo mencionen como un efecto del fallo, puesto que las tiendas legales ya son muy populares, sin necesidad de veredicto alguno. Apple ha vendido cerca de 500 millones de canciones desde que abrió su tienda en abril del 2003, y domina el 70 por ciento de la venta de música por Internet.

Pero el dato más significativo es este: en marzo, iTunes Music Store fue más popular que todas las redes ilegales de intercambio de archivos, con excepción de una (WinMX), según un estudio recién publicado por la firma NPD Group. Este dice que 1,7 millones de hogares estadounidenses descargaron al menos una canción de la tienda de Apple ese mes, y así iTunes se ubicó segundo en la lista de servicios más usados (WinMX fue empleado por 2,1 millones de hogares), por encima de redes ilegales muy conocidas, como Kazaa, BearShare, Ares Galaxy, iMesh y Morpheus.

Por todo ello, más que victorias legales, se necesita que tiendas como iTunes comiencen a ofrecer música en los países en donde la piratería es más rampante, como los nuestros, pues por ahora venden solo en Norteamérica y Europa.

]]>

Archivos