JOSÉ CARLOS GARCÍA R.
SUBEDITOR TECNOLOGÍA
Voces de respaldo y otras de crítica se escuchan en el mundo de la tecnología tras el sorpresivo anuncio de Microsoft la semana pasada de que, al igual que Linux, publicará en Internet sin costo partes de la receta de sus más populares programas.
De hecho, ya están disponibles en el sitio web de la compañía, de manera gratuita, más de 30.000 páginas de información técnica de Windows Vista, documentación que hace menos de una semana estaba oculta y por la que era necesario pagar para obtenerla, si un experto en sistemas la necesitaba para crear un programa compatible con Windows.
Microsoft, en un comunicado público, señaló que tal iniciativa obedece a la tendencia mundial por permitir la creación de programas abiertos, interoperables y basados en estándares. También señaló que lo mismo sucederá «en próximos meses» con otras joyas de la corona, como el paquete Office y Windows Server 2.008, entre otros.
Sin embargo, tal argumentación parece no convencer del todo a los tradicionales competidores de Microsoft, como la comunidad de desarrolladores de software libre (que a diario mejora programas como Linux, gratis en Internet), Apple y, en especial, a las autoridades comerciales de la Unión Europea, entidad que mantiene una demanda contra el gigante informático, precisamente, por no compartir información técnica y por incluir en su sistema operativo programas de reproducción de medios y de navegación en Internet, en detrimento de otras aplicaciones competidoras.
Por todo esto, las preguntas de pro y anti Microsoft son las mismas: ¿qué hay detrás del anuncio del gigante de Redmond? ¿Por qué el otrora ‘depredador’ decide seguir los pasos que tanto ha criticado de sus rivales?
Nada es gratis
Importantes analistas consultados por medios como The New York Times y la agencia AFP coinciden en afirmar que, si bien la demanda de cerca de 800 millones de dólares impuesta por la UE en 2004 presionó en parte la decisión, es la dura competencia contra rivales como Google, Oracle, IBM e incluso Facebook lo que realmente terminó por convencer a las directivas de Microsoft para tomar la histórica decisión.
Dichos competidores desde hace años ofrecen gratis los códigos fuente de algunas de sus plataformas tecnológicas, libremente, para que cualquier conocedor de sistemas pueda crear modificaciones o aplicaciones compatibles.
Por ejemplo, Google lanzó recientemente Android, un conjunto de programas que permite crear aplicaciones especiales para teléfonos celulares.
«Cualquier programador puede bajar el código de Google Maps y crear un calendario de eventos por zonas o direcciones. La gente está pasando de usar software instalado en un PC a consultar servicios en Internet, gracias a la avalancha de aplicaciones gratuitas que existe en la Red», señalaron expertos consultados por The Wall Street Journal.
Por ello Carmi Levy, consultor en AR Communications, dijo a AFP que si Microsoft no cambiaba su modelo económico, iba en camino de convertirse en «un actor del ayer», y en «una reliquia de los primeros tiempos de la revolución informática».
Sin embargo Steve Ballmer, presidente de la compañía, contradijo tal apreciación durante el anuncio de la nueva estrategia al afirmar que «en los últimos 33 años, hemos intercambiado información con cientos de socios en todo el mundo y hemos ayudado a construir esta industria».
En tal sentido, desde hace un par de años, Microsoft ha venido incluyendo funciones, en las versiones de sus programas para empresas, que permitían a sistemas Windows intercambiar datos con otras plataformas rivales, incluida Linux.
Durante años, Windows y Office se han constituido en los estándares de la computación mundial, al estar presentes en al menos el 95 por ciento de los computadores del planeta. Por ello, el anuncio de Microsoft hace prever que el ganador será el usuario y las empresas que tendrán, a partir de ahora, una mayor oferta de aplicaciones compatibles, gratuitas, que mejorarán la forma como trabajamos, aprendemos y nos entretenemos.
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