¿Cómo detectar documentos digitales falsos en 30 segundos este diciembre?

Con el aumento de trámites, compras y pagos en línea durante la temporada navideña, crece también la sofisticación de fraudes basados en la suplantación y la falsificación de documentos digitales. Expertos y datos del sector advierten que muchas de estas estafas no se descubren hasta semanas después, cuando aparecen cargos, créditos o contratos que nunca fueron autorizados.

Según análisis citados por empresas del sector, entre enero y junio de 2025 se detectó un incremento de transacciones sospechosas, mientras que encuestas muestran que la mayoría de los colombianos considera que la suplantación es un problema frecuente. La firma AUCO, especializada en detección de fraude con modelos de inteligencia artificial, alerta en su último informe que durante la temporada navideña miles de operaciones aparentemente legítimas pueden encubrir documentación alterada que termina generando reclamaciones en enero y febrero.

Los delincuentes han aprovechado herramientas de edición y generación de imágenes y audio impulsadas por IA para elevar la calidad de las falsificaciones. “Los fraudes modernos entran poco a poco y muchas veces pasan por el ojo humano sin ser detectados; la revisión automática es clave”, señala Santiago Montoya, CEO de AUCO. La tecnología permite hoy mezclar datos reales con rostros modificados, crear plantillas que simulan formatos oficiales y producir audios o videos que aparentan haber sido generados en tiempo real.

¿Cómo operan las falsificaciones digitales y por qué diciembre es el mes más riesgoso?

El proceso típico de una suplantación digital consta de varias etapas. Primero, los atacantes recopilan documentos auténticos —fotos de cédulas, extractos o certificados— que circulan en chats y correos. Con esas imágenes como base, se aplican técnicas de edición para alterar rostros o insertar datos reales en plantillas institucionales. Finalmente, se simulan pruebas de “tiempo real” mediante deepfakes de voz o video, lo que facilita solicitudes de créditos, activaciones de servicios o compras a plazos con apariencia legítima.

Ante este panorama, especialistas recomiendan medidas concretas y rápidas para reducir riesgos al momento de recibir o enviar documentos digitales. Antes de todo, verificar el canal de comunicación: empresas formales no solicitan documentos sensibles por mensajes personales o correos genéricos. Asimismo, aconsejan evitar enviar anexos por correo y preferir plataformas seguras o flujos verificados para la carga de archivos.

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Otros puntos esenciales incluyen desconfiar de mensajes que presionan por urgencia —frases como “última oportunidad” o “confirme en minutos” deben levantar sospechas— y corroborar la coherencia entre la edad, la fecha de nacimiento y el aspecto físico del titular en el documento. Además, es importante confirmar la existencia legal del proveedor consultando su razón social, NIT y datos de contacto oficiales.

Finalmente, los expertos insisten en exigir verificación en vivo cuando se requiera compartir información sensible: una fotografía tomada en tiempo real y con prueba de captura suele ser más fiable que un archivo enviado como anexo. En un contexto donde la inteligencia artificial facilita tanto la creación como la detección de fraudes, la recomendación es combinar escepticismo, herramientas técnicas y procesos verificados para evitar sorpresas en las cuentas de enero.

Digna Irene Urrea

Digna Irene Urrea

Comunicadora social y periodista apasionada por las buenas historias, el periodismo literario y el lenguaje audiovisual. Aficionada a la tecnología, la ciencia y la historia.

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