Samsung ha presentado su plan para la próxima generación de conectividad. Esta vez, la promesa no son cifras récord ni velocidades imposibles. La compañía quiere que el 6G se sienta en el día a día, no solo en los gráficos de laboratorio.
Durante años, el 5G prometió transformarlo todo, pero su impacto real fue menor. Samsung busca corregir ese rumbo con una propuesta más tangible y útil para el usuario final.
Una red diseñada para sentirse, no solo medirse
El nuevo enfoque se apoya en cuatro principios que combinan una cobertura más amplia, sostenibilidad energética, inteligencia artificial integrada y seguridad de extremo a extremo. No se trata de presumir potencia, sino de ofrecer una red más eficiente, que funcione mejor y consuma menos.
Samsung considera que la eficiencia será el gran diferencial. La compañía planea implementar sistemas que apaguen automáticamente las partes de la red que no estén en uso y que adapten el ancho de banda en tiempo real.
La inteligencia artificial jugará un papel decisivo. Permitirá anticipar el tráfico de datos, equilibrar recursos y mantener la estabilidad de la red sin desperdiciar energía.
En otras palabras, el 6G no busca ser el más rápido, sino el más inteligente.
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Pensada desde el origen para los nuevos usos
El 6G de Samsung busca no repetir los errores del 5G. En lugar de agregar funciones posteriormente, se diseñará desde la base, anticipando las necesidades futuras. Esta estrategia permitirá construir una infraestructura más sólida, capaz de adaptarse a los nuevos usos tecnológicos sin depender de actualizaciones tardías o integraciones forzadas.
La realidad extendida, los gemelos digitales, la automatización industrial y la robótica estarán presentes desde el inicio del desarrollo. Incluir estas tecnologías fundamentales desde la concepción del sistema permitirá una integración más fluida, facilitando su adopción masiva y reduciendo considerablemente los costos y la complejidad del despliegue global.
Samsung planea extender la cobertura del 6G más allá de las redes terrestres. Para lograrlo, combinará infraestructura móvil con tecnología satelital, ofreciendo conectividad incluso en regiones donde el 5G no ha llegado. Este enfoque busca garantizar acceso universal y una comunicación verdaderamente global sin limitaciones geográficas.
La gestión de toda esta red se apoyará en inteligencia artificial, que analizará el uso de recursos y optimizará el consumo energético sin sacrificar rendimiento. Gracias a esta automatización inteligente, el 6G podrá adaptarse dinámicamente a las demandas de los usuarios y de las aplicaciones emergentes.
En resumen, Samsung apuesta por una red más consciente, capaz de entender cuándo y cómo trabajar. El 6G representará un salto cualitativo: una infraestructura conectada, eficiente y flexible, diseñada para evolucionar junto a las necesidades humanas y tecnológicas de las próximas décadas.
Camino hacia la estandarización global
El 6G avanza como un proyecto global. Samsung participa activamente en el 3GPP y en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), los organismos que definen los estándares técnicos que harán posible la próxima generación de redes.
El 3GPP coordina el trabajo en tres frentes: acceso por radio, servicios de red y terminales. La ITU garantiza la compatibilidad global y la gestión del espectro, asegurando la interoperabilidad entre redes y dispositivos a nivel mundial.
Antes de que el 6G llegue a los consumidores, el 5G-Advanced servirá como etapa intermedia. Esta fase incluirá mejoras en inteligencia artificial, eficiencia energética y cobertura extendida que anticiparán las capacidades del futuro.
Samsung estima que 2030 será el año en que el 6G alcance su madurez tecnológica.
Imagen: Edición ENTER / © Samsung Electronics Co., Ltd.
