El más reciente análisis de DXOMARK volvió a poner al iPhone Air bajo la lupa y evaluó a fondo su desempeño fotográfico. El resultado muestra un equipo que convence en lo esencial, aunque evidencia límites frente a los teléfonos que hoy dominan la gama alta. La calificación global de 141 puntos lo ubica en la mitad superior del ranking y deja un mensaje poco entusiasta, la experiencia fotográfica del Air funciona, pero ya no marca el ritmo del mercado.
La fortaleza del dispositivo se encuentra en su sensor principal de 48 megapíxeles, heredado del iPhone 17 Pro. Esa familiaridad técnica se nota en colores cálidos, buen rango dinámico y un control del ruido que se mantiene estable incluso al caer la noche. En escenas exteriores, las fotografías muestran brillo, detalle y un contraste natural que se ajusta bien a lo que busca el usuario promedio. El video mantiene la fórmula habitual de Apple con estabilización eficiente, colores consistentes y grabación en 4K a 60 fps con buena fluidez.
La prueba también confirma algo que se percibía desde el anuncio del dispositivo. Apple sacrificó demasiado al eliminar los módulos telefoto y ultra gran angular. En un segmento donde incluso modelos de precio medio incluyen estas opciones, la decisión pone al iPhone Air en una posición incómoda. El análisis de DXOMARK revela que el desempeño en zoom es básico. No falla, pero no compite. El detalle cae rápido en distancias medias y largas y la falta de un lente dedicado deja pocas alternativas más allá del recorte digital.
Te puede interesar: Ventas récord de plegables en 2025: Samsung domina y así se alista el mercado para la llegada de Apple
La ausencia del ultra gran angular tiene un impacto similar. Limita la creatividad al fotografiar arquitectura, paisajes o espacios cerrados y afecta su posición frente a rivales directos como el Samsung Galaxy S25 Edge, que sí ofrece un módulo completo. En un mercado donde la flexibilidad es un valor clave, el Air se siente más minimalista de lo necesario.
Otro punto crítico está en el autoenfoque. Aunque es consistente y preciso en la mayoría de escenarios, sus tiempos de fijación quedaron por debajo de los líderes del ranking. En situaciones dinámicas como niños corriendo, mascotas o eventos deportivos, los evaluadores registraron microenfoques perdidos y ligeras variaciones de exposición, especialmente al grabar video. No es un problema grave, pero resulta inesperado en un dispositivo que Apple promueve como “Air” en lugar de “básico”.
En condiciones de poca luz, los resultados se mantienen sólidos, aunque el 17 Pro conserva ventaja en detalle y control de ruido. La profundidad de campo reducida también influye: en fotos grupales, los rostros del fondo suelen quedar más suaves de lo previsto. El modo retrato es agradable y el bokeh está bien resuelto, aunque la segmentación del sujeto presenta inconsistencias en escenas complejas.
El veredicto final muestra que la cámara del iPhone Air cumple e incluso brilla en algunas áreas, pero su propuesta es menos completa que la de sus competidores. Apple optó por simplificar y en fotografía esa decisión tiene consecuencias. Para usuarios que buscan un lente principal confiable, el Air es una apuesta segura. Para quienes necesitan versatilidad real, este informe confirma que es mejor mirar hacia los modelos Pro o hacia otras marcas que no recortaron tanto en nombre de la ligereza.