La inteligencia artificial no solo está transformando las ciudades o las empresas, también está revolucionando el campo colombiano. Prueba de ello es Saulo, un agrónomo digital que permitió triplicar la producción de aguacate Hass en Antioquia, sin necesidad de aumentar el uso de fertilizantes ni pesticidas.
La herramienta fue desarrollada por Andrés Felipe Sánchez Arango, ingeniero industrial y magíster en Analítica de la Universidad Nacional de Colombia. Desde Medellín, este científico aplicó su conocimiento en datos e inteligencia artificial para resolver un viejo problema del agro nacional: la ineficiencia en el manejo de los cultivos.
Colombia es hoy el tercer productor mundial de aguacate Hass. Sin embargo, enfrenta un reto particular, sus suelos, en muchas regiones, son ácidos y contienen aluminio, lo que limita la absorción de nutrientes por parte de los árboles. Esto ha llevado a que los agricultores apliquen hasta 4,3 veces más fertilizantes que el promedio global.
“Muchos productores ya contaban con sensores y plataformas digitales, pero seguían tomando decisiones basadas en intuición”, explica Sánchez. Así nació la idea de Saulo: un agrónomo digital que razona como un experto, interpreta datos y propone estrategias adaptadas a las condiciones de cada finca.
La primera prueba se realizó en la finca El Cateo, ubicada en el oriente antioqueño. Allí, los agricultores enfrentaban problemas de baja productividad y altos costos por uso excesivo de insumos. Con la ayuda de Saulo, la producción pasó de 25 a 75 toneladas por hectárea.
Lo más importante: no se usaron más fertilizantes ni se ampliaron las áreas sembradas. El sistema optimizó el manejo técnico, permitiendo aplicar exactamente lo necesario, en el momento indicado, y con base en datos confiables.
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Saulo funciona como un asistente virtual agrícola. A través de un chatbot accesible desde el celular, los agricultores pueden preguntar cuándo fertilizar, cómo enfrentar una plaga o qué cambios aplicar en su cultivo. El sistema cruza datos históricos, climáticos y productivos, y responde en lenguaje natural.
Su diferencia frente a otras soluciones está en la forma como interpreta la información. Utiliza modelos de razonamiento humano y una base de datos semántica que representa relaciones complejas entre clima, suelo, plagas y rendimiento.
“Con Saulo no se actúa por rutina ni por corazonadas. Se toman decisiones técnicas, fundamentadas en datos”, afirma su creador. Además, la herramienta no requiere conexión permanente a internet y está diseñada para ser de bajo costo, pensando en pequeños y medianos agricultores.
Aunque su primera aplicación fue en el cultivo de aguacate Hass, Sánchez sostiene que puede adaptarse a otros productos agrícolas y regiones del país. Esto abre la puerta a una agricultura más eficiente, sostenible y rentable, en un contexto donde la expansión de los cultivos debe ir de la mano con el cuidado ambiental.
Al reducir el uso innecesario de agroquímicos, también se mejora la calidad de los alimentos y se protege la salud pública. “El impacto va más allá de los números de producción. Estamos cuidando el suelo, el agua y al consumidor final”, concluye el ingeniero colombiano que, desde el laboratorio, busca transformar el agro nacional.
Imagen: Archivo ENTER.CO