Los gatos son expertos en ocultar sus emociones; pueden pasar horas durmiendo, aseándose o jugando, y aun así, detrás de ese comportamiento cotidiano, esconder signos de malestar que sus dueños no siempre perciben a tiempo. Pensando en eso, la empresa japonesa RABO acaba de actualizar su collar inteligente Catlog, que ahora incorpora un sistema de puntuación de estrés, capaz de hacer visible lo invisible.
La nueva función, anunciada este 24 de junio, utiliza inteligencia artificial para analizar el comportamiento de cada gato a partir de los datos recopilados diariamente por el dispositivo. A través de una app móvil compatible con iOS y Android, los dueños reciben información detallada sobre los niveles de estrés de su mascota, clasificados en tres categorías: normal, ligeramente aumentado y aumentado.
Lo interesante de esta tecnología es que no se trata de una evaluación genérica. El sistema aprende del comportamiento habitual de cada gato durante los últimos 30 días y personaliza la puntuación de estrés, teniendo en cuenta variaciones individuales. Así, si hay cambios inusuales en el aseo, alteraciones en el sueño o variaciones en la frecuencia respiratoria, el collar lo detecta y emite una alerta.
“El estrés en los gatos puede pasar desapercibido hasta que ya es demasiado tarde”, explica RABO en su comunicado. “Nuestra misión es proporcionar herramientas para que los dueños puedan intervenir a tiempo y mejorar el bienestar de sus gatos”.
El uso de tecnología para monitorear la salud felina no es nuevo, pero esta actualización se alinea con una tendencia creciente: el Internet de las Cosas (IoT) aplicado al cuidado de las mascotas. Además de esta nueva función, Catlog ya ofrecía monitoreo de actividades como alimentación, sueño, juego y desplazamientos, todo en tiempo real.
Sin embargo, RABO es consciente de que, aunque el collar ofrece información útil, no reemplaza la consulta veterinaria. La compañía recalca que los datos sirven como una guía inicial y recomienda acudir al especialista si se reciben alertas continuas de estrés elevado.
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Esta actualización forma parte de una serie de iniciativas de RABO para mejorar la calidad de vida de los gatos y sus dueños. Bajo el lema “Todo es para gatos”, la empresa también cuenta con el Catlog Research Institute, un centro de investigación que estudia los hábitos y la ecología felina a partir de los datos recopilados por sus dispositivos.
De hecho, junto con el lanzamiento de esta función, el instituto publicó un informe sobre cómo las variaciones de temperatura influyen en los niveles de estrés de los gatos, un factor que muchos dueños suelen subestimar.
Más allá de los gadgets, esta innovación evidencia un cambio en la forma en que entendemos la convivencia con los animales. Mientras que en el pasado la intuición era la principal aliada de los dueños, ahora la tecnología comienza a llenar los vacíos que el lenguaje no puede cubrir.
Porque aunque todavía no existe un collar que haga hablar a los gatos, al menos ahora, gracias a Catlog, sus emociones ya no pasarán desapercibidas.
Imagen: Archivo ENTER.CO